Reportaje
05/11/2020, 11:04
Thu, 05 Nov 2020 11:04:08 +0100
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El coronavirus ha posicionado al libro y la estantería como la contraportada oficial de cualquier videollamada de trabajo que se precie. Es cierto que plataformas como Microsoft Teams o Zoom dan la posibilidad de poner fondos, de la propia oficina o una playa paradisíaca, pero nada como una estructura de madera de roble repleta de libros. Cabe confesar que estas piezas de papel, que cada vez se leen menos, siguen aportando elegancia, sabiduría y nobleza. Los ejemplares de la editorial Artika, una división del Grupo Planeta, no podrían estar en una estantería, pues pueden alcanzar los 30 kilos de peso. Sin embargo, uno solo de sus libros llenaría el salón o el despacho más desnudo. ¿Su secreto? Son una obra de arte. Joan Ribalta, CEO de Artika, lo deja todavía más claro: "Es una nueva categoría de arte, es el Ferrari de los coches". "Nosotros queríamos editar obras de arte, queríamos sacar al libro de la estantería", añade.