internacional
Desde hace ya tres décadas, una realidad se impone ante el mundo: China es cada vez una potencia económica y política mayor, y ya es imposible concebir de acuerdos internacionales que no cuenten con ella como un jugador activo imprescindible. Además, gracias al giro nacionalista y aislacionista de EEUU, simbolizado en Donald Trump, el gigante asiático intenta cada vez más presentarse como el gran país hegemónico mundial, el "Imperio del Centro". Y la comunidad internacional, por su parte, tiene que aprender a convivir con una realidad nueva: que el país clave sea una dictadura autoritaria de partido único.