Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

El plan del próximo presidente de Argentina, Javier Milei, para reordenar la economía del país depende de un elemento clave: la lluvia. Para que la dolarización salga adelante sin excesivos problemas y la recesión que prevén los analistas no sea catastrófica, todo depende de que el tiempo le sea propicio y que no vuelva a producirse una sequía como la que ha arruinado este año la agricultura, principal fuente de divisas del país. Porque, hasta que las reformas que pretende implantar el libertario no surjan efecto, se lo estará jugando todo a la soja.

Javier Milei ha arrasado en las elecciones argentinas. El polémico candidato libertario ha protagonizado una victoria incontestable sobre su rival. A las pocas horas los mercados se han mostrado optimistas con el triunfo con todo tipos de acciones disparándose en el parqué de Wall Street (la bolsa argentina está cerrada por el Día de la Soberanía Nacional). Sin embargo, una vez se enfría la euforia de los comicios ya comienzan a asomar los principales desafíos a los que se enfrenta un presidente que ha prometido cambiarlo todo, pero que no tiene las armas suficientes para hacerlo, por mucho que empuñe su icónica motosierra.

Ya han comenzado los dos días de reflexión en Argentina de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que se dirimen definitivamente este próximo domingo. En juego, dos visiones completamente antagónicas de la política y la sociedad, aunque ambos aceptan que el país necesita un giro económico urgente. Y ambos terminaron la campaña prometiendo que, si ganan, el mismo lunes ya empezarán a poner en marcha esos cambios que prometen.

¿De verdad quiere Jorge Milei ganar las elecciones de Argentina? En el país sudamericano, son los candidatos los encargados de suministrar las papeletas que estarán en los colegios electorales. Y a tres días de la votación, la Justicia electoral ha enviado una orden exigiendo al candidato libertario que explique por qué solo ha entregado papeletas de su partido para un tercio del censo, menos de la mitad de los votantes totales en la primera vuelta.

La vida en el Congreso de EEUU es eso que ocurre entre prórroga presupuestaria y prórroga presupuestaria. A punto de cumplirse los 45 días de la última extensión, que llevó a la caída de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes ante la furia de los más radicales de su partido, su sucesor, Mike Johnson, ha anunciado que hará exactamente lo mismo. Para evitar que el Gobierno se quede sin dinero este próximo sábado, el Congreso votará hoy una nueva prórroga. Y, para completar el 'déjà vu', los republicanos más radicales ya han mostrado su oposición.

Hace un mes, en el congreso del Partido Conservador, Rishi Sunak se presentó como el "candidato del cambio" que pondría fin al "consenso liberal" de la política británica con medidas populistas que frenaran la lucha contra el cambio climático, endurecieran las reglas contra la inmigración y se apoyaran en la derecha del partido. Pero tras sufrir dos derrotas traumáticas en dos circunscripciones en los que los 'tories' arrasaron en 2019, Sunak ha decidido dar el enésimo giro político y apostar por el liberalismo centrista. Y, por el camino, puede haber impulsado a su sucesora al frente de los conservadores: el cese de Suella Braverman, la ya exministra del Interior, le otorga el título de 'mártir de la derecha' con el que hacerse con el control del partido si Sunak se estrella en las elecciones del próximo año.

Con toda la pompa y el boato que Reino Unido sabe reservar para las grandes ocasiones, el rey Carlos III ha leído hoy el programa legislativo del Gobierno británico para el próximo año, el último antes de unas elecciones que se esperan para otoño de 2024 (aunque la fecha máxima es enero de 2025). Y el discurso ha sido notable por la escasez de proyectos de relieve: la menor cantidad desde 2014. Entre los principales titulares, solo destacaron una Ley del Fútbol que evite que los clubes ingleses se unan a una posible Superliga europea o la prohibición escalonada del tabaco.

La cumbre sobre Inteligencia Artificial (IA) organizada por el Gobierno británico tuvo un acto simbólico, un par de avances regulatorios de relevancia y un momento inexplicable. Reino Unido salió del evento celebrando haber conseguido que China firme una declaración sobre la necesidad de regular la IA a nivel mundial, haber abierto la puerta a nuevos encuentros en Corea y Francia para seguir avanzando, y haber sido testigos de un movimiento en este sentido por parte EEUU, anunciado poco antes del encuentro. Por desgracia, la imagen final del encuentro no fue la de los grandes líderes políticos, sino la del primer ministro, Rishi Sunak, haciendo una entrevista a Elon Musk y hablando sobre cómo desactivar a Terminator.

Apple da una de cal y otra de arena. La compañía fundada por Steve Jobs ha presentado unos resultados que no han convencido de todo a los mercados. A pesar de que Apple ha batido las expectativas, cosechando 89.500 millones de dólares de beneficios por los 89.200 millones que señalaban las estimaciones, ha firmado el cuarto trimestre consecutivo de caídas en ventas, cifradas en 383.290 millones de dólares, una disminución del 3% respecto a todo el año fiscal de 2022.

Joe Louis se retiró y volvió a los cuadriláteros por causas económicas. Su retorno fue nefasto: acabó su carrera siendo noqueado por el joven Rocky Marciano, en auge en esos momentos. No le ocurrió lo mismo a George Foreman, que, tras 10 años retirado, volvió a subirse al ring en 1987, convirtiéndose en campeón mundial en 1994. Ambos púgiles se enfrentaron a savia nueva, con resultados dispares. En una situación similar se encuentra Google: el buscador rey está viendo cómo el auge de la IA puede modificar la industria de la búsqueda online, derrumbar el negocio SEO y anular su dominio histórico.