El petróleo 'Brent' llegó ayer a rozar 72 dólares para después caer casi un 4%
El petróleo 'Brent' llegó ayer a rozar 72 dólares para después caer casi un 4%
El petróleo volvió a acaparar el miércoles el foco de atención de los inversores, tras el ataque de Irán a la base iraquí que alberga soldados estadounidenses. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, llegó a subir en el arranque de la sesión más de un 5%, superando los 71,7 dólares, un nivel que no tocaba desde el pasado 14 de septiembre. Con el paso de las horas el barril fue desinflándose, hasta caer, al cierre de la bolsa europea, casi un 4% en el parqué.
El oro ha sido uno de los activos más destacados de 2019, un año en el que las perspectivas de crecimiento económico sufrieron el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Aunque el año terminó siendo muy alcista para la bolsa, también lo fue para los activos de menos riesgo, que suelen beneficiarse de la incertidumbre, como la renta fija o el oro. Este último hizo gala de su condición de activo refugio por excelencia.
El primer día en el que los mercados de Oriente Medio han cotizado la escalada bélica entre Estados Unidos e Irán ha terminado con caídas importantes en las bolsas de la región, de entre el 2% y el 4% en las plazas más importantes. Los movimientos en las bolsas de la zona reflejan el temor de los inversores, en un día en el que los mercados occidentales permanecieron cerrados. La bolsa de Egipto fue la que más sufrió este domingo, con pérdidas del 4,7%.
A medio depósito arrancaron las bolsas mundiales el 2019 que se cierra en sesión y media la próxima semana. Nada hacía pensar que fuera capaz de sortear con éxito las dunas en un desierto que no ha estado exento de tormentas de arena y llegar hasta la cima. Tras subir una pendiente extrema, los inversores se preguntan ahora qué habrá al otro lado de la cresta, cuando las previsiones no dejan de ser suficientemente optimistas para la renta variable considerando lo que han logrado este año las bolsas.
Europa está adentrándose en una nueva era de política monetaria, que trae consigo una larga lista de retos, de difícil solución, en muchos casos. Los estímulos del Banco Central Europeo (BCE) llevan años en vigor, ayudando a sostener una economía que, como está ocurriendo en el resto del mundo, está lidiando con una debilidad de la inflación que parece no tener precedentes. En este contexto, el BCE se ha hecho un hueco como piedra angular de la recuperación económica de la zona euro y parece que esta no se sostendrá sin el apoyo del organismo, un apoyo que, por otro lado, está generando efectos secundarios indeseados, y parece que no da para mucho más. elEconomista ha organizado un observatorio en el que se reúne a expertos de la materia para debatir los retos a los que se enfrenta ahora la nueva presidenta del BCE, Christine Lagarde (tomó los mandos de la institución el pasado noviembre), y qué medidas debería plantearse la francesa para tener éxito en su mandato, que terminará dentro de 8 años.