Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

El coche eléctrico se ha convertido en el gran campo de batalla comercial. Los tambores de guerra comercial que resuenan en Europa, EEUU y China tienen a este medio de transporte como objetivo. Los fabricantes de Europa y EEUU no quieren perder el tren del coche eléctrico, el problema al que se enfrentan es que ese mismo tren lleva en marcha en China desde hace muchos años y ha recorrido ya muchas estaciones. Si Europa quiere 'detener' al coche eléctrico chino tendrá que imponer drásticas medidas, cuyas consecuencias económicas son impredecibles.

El mercado de petróleo lleva dos semanas registrando caídas. Aunque la de la semana pasada fue testimonial (un -0,29%), el crudo ya venía de perder más de un 6% los cinco días anteriores, lo que deja entrever que algo se está cociendo en el mercado de crudo. Los economistas de Citi llevan meses advirtiendo sobre el complejo devenir para los que se siguen mostrando optimistas con el precio del crudo y el pasado viernes volvieron a publicar una nota en la que avisan a este tipo de inversores. El mensaje fue claro y rotundo: "Aprovechen las subidas del petróleo para vender".

China es el mayor consumidor de materias primas del mundo y el segundo país más importante por PIB (el primero si el PIB se mide en paridad de poder adquisitivo), solo por detrás de EEUU. Una economía de tal tamaño necesita generar grandísimas cantidades de energía para mantenerse en marcha y proporcionar electricidad a sus más de 1.400 millones de habitantes. El reto es notable, Pekín necesita producir más energía para una economía que crece y que todavía no es madura, y reducir, al mismo tiempo, sus emisiones de CO2. Por ello, la hoja de ruta presenta una apuesta fuerte por la energía nuclear, que no genera emisiones (aunque sí residuos). De este modo, mientras que países como España o Alemania han optado por esquinar a la nuclear, Pekín tiene un plan claro: convertirse en la primera potencia nuclear (en términos de generación de energía) del mundo.

Que EEUU se ha convertido en la primera potencial mundial del petróleo es evidente. El boom del fracking y el shale oil (petróleo de esquisto) han encumbrado a este país a la primera posición del mundo en cuanto a producción de crudo. Es más, EEUU se ha convertido, por ejemplo, en el principal proveedor de crudo de España, 'aprovechando' las tensiones en el Mar Rojo y Oriente Medio. Pero más allá de todos esos beneficios del crudo, EEUU está logrando sacar partido al petróleo de forma inesperada: a través de su Reserva Estratégica de Petróleo.

Seguridad Social

Hoy, con 21 millones de ocupados (contribuyentes) y algo más de 9 millones de pensionistas, el sistema de pensiones públicas en España (la parte exclusivamente contributiva) ya sufre un déficit real -gasto en pensiones contributivas menos los ingresos por cotizaciones sociales- que supera los 50.000 millones de euros. Imaginen un escenario en el que los pensionistas aumentasen en seis millones (un 60% más) y los ocupados siguieran siendo los mismos que hoy: sería una auténtica pesadilla para la Seguridad Social, ¿verdad? Pues bien, esta pesadilla es el escenario base de la Comisión Europea para España en 2050.

Primero Suiza... y ahora Suecia. Los bancos centrales de ambos países europeos han mandado una poderosa señal a su homólogo de la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE): se pueden bajar los tipos de interés antes de que lo haga el gigante al que miran todos, la Reserva Federal de EEUU. Aunque desde el BCE ya se ha dado por segura la primera bajada de tipos del ciclo en la cercana reunión de junio (sería la primera desde septiembre de 2019), se han escrito ríos de tinta sobre los miedos del organismo a lanzarse al agua antes que el amigo americano, principal referencia de los mercados mundiales. El paso dado este miércoles por el Riksbank sueco alumbra el camino a los funcionarios de Fráncfort.

Después de 12 años, 34.000 millones de dólares en inversión y alrededor de 15.000 trabajadores, el oleoducto Trans Mountain ha comenzado a funcionar en Canadá. Este oleoducto es vital para la economía de Canadá y, sobre todo, para su industria petrolera. Canadá, pese a tener unas de las mayores reservas de petróleo del mundo, se ha enfrentado históricamente a dos problemas u obstáculos: uno es la dificultad para transportar crudo desde sus zonas productoras (que no tienen salida al mar) hasta las regiones que consumen más crudo en el mundo, lo que limita, en buena parte, su producción. El otro, la baja calidad de su crudo, extraído en su mayor parte de lo que se conocen como arenas bituminosas. De estas arenas se extrae un crudo pesado y extremadamente viscoso que se tiene que vender en el mercado con importantes descuentos. Ahora, con la apertura del Trans Mountain, los productores de crudo en las arenas bituminosas tendrán un obstáculo menos.

Algo no cuadra en la estrategia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El cártel lleva recortando su producción desde 2022 en un intento por mantener a flote los precios del petróleo. Sin embargo, al mismo tiempo que se producen los recortes, varios países clave del grupo están invirtiendo para incrementar su capacidad de producción. Esto quiere decir que, aunque este momento el bombeo de petróleo está limitado, en algún momento tienen pensado producir una cantidad de crudo que supera que la que bombeaban antes de los recortes. Estas inversiones para producir más crudo son caras, sobre todo si no producen un retorno. Este rendimiento no llegará mientras que se mantengan los recortes. El nerviosismo dentro del cártel parece cada vez mayor, con algunos países produciendo por encima de lo acordado y otros que tienen que hacer sacrificios mayores. Las grietas están apareciendo en la OPEP y cuanto más duren los recortes, mayor será la posibilidad de que estas grietas terminen rompiendo el dique de contención del petróleo (los recortes) y se inicie una guerra de precios que inunde el mercado de crudo.

En Asia hay dos cosas claras cuando se habla de economía en los últimos años: una es que China es la economía más grande del continente. La otra es que la India siempre está entre los países que más rápido crece (con permiso de los Vietnam, Filipinas o Bangladés). Aunque todo hace indicar que esto va a seguir siendo así por un tiempo, a la India le ha aparecido un competidor inesperado. Un país de pastores, que gracias al boom que están viviendo algunas materias primas, ha comenzado a crecer con una intensidad notable. Gengis Kan, guerrero y conquistador mongol, parece haber vuelto desde el más allá para coger a la economía de Mongolia, montarla a lomos de su caballo y empujarla con fuerza para plantar cara a la India, en lo que a crecimiento económico se refiere, puesto que en términos de PIB agregado la India sigue siendo una economía muchísimo más grande.

El petróleo ha vivido unos últimos días un tanto convulsos. Buena prueba de ello fue la intensa caída del precio del barril de más del 5% el pasado miércoles, después de que el Departamento de Energía publicase un nuevo incremento del nivel de inventarios en EEUU. Con todo, el precio del petróleo cerró la semana con un descenso superior al 6%, que deja el crudo de tipo Brent, de referencia en Europa, en los 83,8 dólares, y al West Texas, referencia en EEUU, en la zona de los 78-79 dólares. Estas caídas están llevando al precio del crudo al borde del abismo técnico. La pérdida del los 80 dólares del West Texas ha supuesto la ruptura de un soporte psicológico para este tipo de crudo, que ahora se podría enfrentar a nuevas caídas: "Su cotización ha entrado en fase de corrección". El análisis técnico, controvertido en ocasiones y criticado, es muchas veces el reflejo de lo que está ocurriendo el mercado (de los fundamentales y del sentimiento), entonces la gran pregunta es ¿por qué está corrigiendo el precio del petróleo?