Estratega de macroeconomía de Pictet AM
Tribuna

La eurozona, si quiere evitar la "japonización", debe precisamente adoptar una política monetaria radical al estilo japonés. Efectivamente, Mario Draghi, presidente del BCE hasta octubre de este año, debe prestar especial atención a los banqueros centrales japoneses, pues la eurozona, con su economía multi-velocidad, necesita una política de "control de la curva de rentabilidad", hasta el punto de que debe ser el último conejo que saca del sombrero, su disparo de despedida de la institución.

Steve Donzé / Hiroshi Matsumoto

El programa de flexibilización cuantitativa y cualitativa del Banco de Japón (BoJ), en funcionamiento desde 2013, no ha podido acercar la inflación a su objetivo de 2% o aumentar expectativas de inflación. El suministro de dinero -que incluye el del sistema bancario-, apenas ha crecido por encima del 3% al año mientras la base monetaria ha aumentado un 35% al año.

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