CIO de Lombard Odier Private Bank

E n los últimos tres años, la pandemia afectó a todas las economías, pero no por igual. Mientras el impacto de la COVID en la salud pública fue perdiendo peso a lo largo de 2022, la guerra en Ucrania y el boom en la demanda de bienes y servicios dispararon los precios de los alimentos y la energía, una situación exacerbada por el lento crecimiento de la economía china. El impacto fue particularmente doloroso para las economías latinoamericanas, africanas y asiáticas, en las que los alimentos y el combustible representan una mayor parte del gasto de los hogares con respecto a la mayoría de los países desarrollados. A medida que el fortalecimiento del dólar estadounidense intensificaba las presiones inflacionistas sobre los exportadores emergentes, los bancos centrales de todo el mundo respondían con tipos de interés más altos.

China reabrirá en 2023 y, aunque la reapertura económica será volátil, el estímulo monetario y fiscal apoyará el crecimiento hasta que la actividad pueda recuperarse en la segunda mitad de 2023 y en 2024.

La Conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP27 se celebra en Sharm El Sheikh (Egipto) del 6 al 18 de noviembre. Durante el evento se pondrá de manifiesto la urgente necesidad de poner en marcha unos planes de reducción de emisiones más sólidos, y se prestará mayor atención a las necesidades del mundo en desarrollo. Destacamos a continuación sus tres puntos clave.

¿Puede Europa evitar un grave racionamiento energético y cortes de electricidad este invierno? La combinación de alternativas a las importaciones de gas ruso y la ralentización de la demanda hacen que los inventarios sean elevados. No obstante, el margen de seguridad tiene un coste para los gobiernos y consumidores, y va unido a una mayor vida útil de las centrales de carbón y los reactores nucleares. Además, gran parte también dependerá de las temperaturas durante el próximo invierno.

La guerra y la pandemia han asestado un doble golpe a la economía mundial. El conflicto en Ucrania y los confinamientos en China han dañado el crecimiento y elevado los precios en todo el planeta. El panorama actual depende en gran medida de la evolución que siga la economía estadounidense y de la inflación interna. ¿Será capaz la Reserva Federal de encarrilarla sin provocar una recesión?

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