
China ha dado un giro radical hacia la reapertura económica esta semana con la flexibilización de algunas de las restricciones más polémicas de su política de COVID. Entre otras medidas, este cambio de rumbo incluye el fin de los controles anti-COVID a los camioneros y a la tripulación de los barcos que transportan mercancías dentro del país. El objetivo del Gobierno de Pekín es acabar con los cuellos de botella en su cadena de suministro y garantizar el acceso a medicamentos, así como reforzar el sistema sanitario chino.
Hasta ahora, las personas implicadas en el transporte de mercancías estaban obligadas a presentar una prueba negativa o los códigos sanitarios para poder pasar los controles impuestos por Pekín, lo que sumió a la cadena de suministros de China en el caos absoluto.
Junto a estas medidas, la Administración Estatal China de Regulación del Mercado también ha publicado una serie de directrices para regular la venta online de medicamentos, mascarillas, reactivos para pruebas de antígenos y alimentos, advirtiendo a las empresas de Internet en particular que no "se aprovechen de la pandemia". Asimismo, el país asiático ha aceptado que Alemania le suministre la vacuna COVID de BioNTech a los ciudadanos alemanes que se encuentran actualmente en China, en lugar de las de producción nacional.
Por su parte, las compañías han acogido este viraje con cierta inquietud, pues la relajación de las restricciones podría impulsar la propagación del virus entre su personal, lo que terminaría repercutiendo en su producción.
En las calles de las principales ciudades chinas, Pekín y Shanghai, los negocios también tienen sentimientos encontrados. A pesar de la relajación de las restricciones, la gente sigue mostrándose cauta y el flujo de clientes es incluso menor que antes, como es el caso de Chen Zhengyan, propietario de una peluquería en Chaoyang, el distrito más grande de Pekín.
Aún así, son muchos los que ven la reapertura como una oportunidad que hay que aprovechar. Y eso es precisamente lo que se está haciendo en las provincias costeras como Guangdong y Hainan, donde se están organizando viajes a ferias y exposiciones comerciales en Hong Kong, Japón y EEUU para "explorar mercados y captar pedidos". Por ejemplo, 92 representantes de las 52 empresas de la ciudad de Dongguan -en el centro manufacturero del sur de China- han solicitado participar en una exposición comercial en Emiratos Árabes Unidos este mes. Cabe destacar que las medidas anunciadas el miércoles no mencionaban los desplazamientos al extranjero.
China notificó 13.585 nuevos casos transmitidos localmente el viernes, de los cuales 3.034 eran sintomáticos y 10.551 asintomáticos. Esta cifra es inferior a los 16.592 del día anterior y muy inferior a los máximos históricos alcanzados a principios de mes, aunque hay que tener en cuenta que ahora se realizan menos pruebas.