Una empresa dentro del índice de referencia de la bolsa europea registra un desplome del 35,5% en una sola jornada, algo poco habitual dentro del Stoxx 600. La compañía de servicios de pago Worldline se deja alrededor de un tercio de su valor en el mercado ante el supuesto encubrimiento de fraudes de varios de sus clientes, algunos de ellos vinculados a la pornografía o los juegos de azar. Con este hundimiento, la cotizada francesa borra más de 480 millones de euros de los inversores de un plumazo. La volatilidad de la compañía es tan alta y la caída tan pronunciada que la bolsa francesa está interviniendo en la cotización de la compañía.