El conflicto en Oriente Medio está disparando el precio del petróleo en el mercado y eso atrae a los inversores a las compañías vinculadas al crudo y al gas. Es el caso de Repsol, que rebota desde los mínimos del año un 34%. El gerente de relaciones con inversores institucionales y analistas de Repsol, Pablo Bannatyne, explica en El día del Inversor de elEconomista.es la sensibilidad que tiene la compañía al precio del petróleo así como la capacidad de Repsol para remunerar al accionista hasta alcanzar una rentabilidad total del 12% incluyendo el dividendo.
La reciente caída del precio de la acción por debajo de los 10 euros elevó la rentabilidad por dividendo por encima del 9%. Sin embargo, la recuperación de Repsol sobre el parqué hasta los 12,85 euros supone alcanzar un retorno para el accionista del 7,5% que estaría entre los más elevados dentro del Ibex 35. Con todo, la petrolera integrada ofrece más rendimiento al accionista con el reparto de beneficios por otras vías. A través de la resistencia, la recuperación y la reinvención, el Gerente de Relación con Inversores Institucionales y Analistas de Repsol, Pablo Bannatyne, pone en valor el compromiso de la compañía de repartir hasta 10.000 millones de euros de beneficios en cuatro años. Un plan que está previsto con un precio del barril Brent en 55 dólares, un precio del gas de 3,5 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica) y un margen de refino de 4 dólares.
En la actualidad el Brent supera los 78 dólares, el gas también marca un precio superior a esa referencia y eso eleva el margen de refino de Repsol por encima del escenario base. "Con nuestro escenario base hemos garantizado la distribución al accionista de 1.800 millones de euros: 1.100 millones de dividendo en caja más una recompra de acciones de 700 millones de euros de la que llevamos ejecutada la mitad", explica Bannatyne. "Con el precio actual de Repsol estamos hablando de una rentabilidad del 12% con el dividendo y la recompra de acciones", matiza el responsable de relaciones con inversores de la petrolera.
A pesar de la recuperación de la compañía sobre el parqué, Repsol se sigue comprando barata en comparación con sus comparables cotizadas europeas. Y eso que el sector europeo cotiza históricamente con un descuento frente a las petroleras estadounidenses. Con un múltiplo de beneficio bruto de explotación frente a capitalización bursátil de 6 veces el descuento de Repsol ronda el 40% frente a otras petroleras de la bolsa europea. "Ahora mismo la diferencia en el sector del oil and gas viene porque las europeas se han centrado mucho en el ESG y en las energías renovables. Pero este diferencial con Repsol no tiene mucho sentido en la actualidad, con una capitalización bursátil de 15.000 millones de euros y con la cristalización de valor que hemos hecho en los últimos años", considera Pablo Bannatyne.
Después de vender el 25% del negocio del upstream (actividad de exploración y producción de petróleo) con un valor de empresa (enterprise value) de 19.000 millones de dólares y tras las desinversiones de energías renovables de 4.400 millones de euros darían un valor de empresa de más de 23.000 millones de euros. Como la deuda financiera neta de 5.800 millones de euros, el responsable de relaciones con inversores de Repsol considera que el mercado no está reflejando el valor real de la compañía.
La sensibilidad de Repsol al petróleo y al dólar
Los inversores y expertos actualizan con la situación en Oriente Medio sus previsiones de precios del crudo, gas y del dólar: tres aspectos que afectan a los beneficios de Repsol por su sensibilidad a estos activos. Como dato, por cada dólar que sube el precio del Barril Brent al año suponen 60 millones de beneficio en Repsol, según las cuentas de la compañía contempladas en su plan hasta 2027. En el caso del gas, por cada dólar por millón de BTU al alza supone entre 300 y 350 millones de euros en las cuentas de la compañía. Pero Repsol también esta expuesta a otras divisas además de al euro, por lo que el tipo de cambio afecta a su cuenta de resultados.
El dólar es una de las divisas que mayor desplome acumula en el año. Como ejemplo, cae más de un 10% frente al euro en 2025. También cede terreno frente a la libra esterlina y al franco suizo. "Un movimiento del 1% en el tipo de cambio entre el euro y el dólar estaría en torno a los 35 millones de euros", considera Bannatyne, en un año de depreciación del dólar estadounidense. "Dependiendo de cómo se muevan estas variables, veremos qué afecta más a Repsol. Al final somos una compañía muy expuesta al dólar porque el crudo, el gas y el margen de refino está referenciado en dólares", apunta el relaciones con inversores de la petrolera del Ibex 35.
El negocio petrolero de Repsol tiene una rentabilidad sobre el capital empleado del 15%, un porcentaje que aún no alcanza el negocio de las energías renovables de la compañía. Sin embargo, de media se sitúa por encima del 10% que crece hasta el 12% como mínimo para España. A juicio de Pablo Bannatyne, Repsol es capaz de mantener sus objetivos no porque lo haga mejor que sus pares, sino por la diferencia de tamaño frente a otras europeas como BP. Esto permite a Repsol buscar mayor rentabilidad en cada proyecto porque los esfuerzos de transicionar de la compañía hacia las energías verdes no es tan ambicioso como el de otras grandes cotizadas del petróleo que producen mucho más en el upstream. "Así nos enfocamos en proyectos de mayor rentabilidad y crecemos de manera más orgánica y rentable", según el responsable de la compañía.
Repsol está viviendo una evolución de la marca hacia una compañía multienergética. Eso lleva a la empresa a modificar su vector de crecimiento más en las energías renovables pero sin perder peso de manera repentina en el negocio de las energías tradicionales. Por ello, el responsable de relaciones con inversores considera que esa evolución hacia la multienergía será progresiva. Como ejemplo, el negocio del upstream pasará del 40% actual (respecto al capital empleado) al 35% en el año 2027. En paralelo, los negocios que crecerán son los proyectos en el negocio de renovables o las plantas de biofuel, entre otros.