Lydia Lozano no pasa por una buena racha familiar a pesar de tener trabajo, que es precisamente con lo que más desconecta Lydia Lozano. Tras su aparatosa caída en Baila como puedas, que terminó con la periodista en quirófano operada de la espalda, como adelantó este periódico, ahora la periodista del sucedáneo de Sálvame (Ni que fuéramos shhhh) vive un nuevo contratiempo. La culpa es del hombre de su vida. Su marido, Charly, es generalmente discreto y se sitúa fuera del foco, pero es uno de esos populares consortes gracias a algunas portadas y a su grito en el programa de Famosos al agua cuando Lydia se tiró del trampolín gritando "por Charlyyyyyy". El arquitecto cumplió en enero 72 años (es nueve años mayor que Lydia) y soporta los achaques de la edad. Charly no está atravesando por un buen momento de salud. Últimamente no puede salir a pasear al perro como solía hacer, aunque en los últimos meses lo hacía ya con una muleta. Ahora ni eso: "Ya no puede ni sacar al perro", nos repiten.