Imagino que como a muchos, estos días leyendo sobre las últimas controversias en torno a la Ley de Vivienda me surgen aún bastantes dudas. Sin embargo, sí que vislumbro una conclusión clara: tal y como está planteada ahora esta ley, ¿hasta qué punto viene a ayudar? Aún existen muchos flecos en iniciativas que de partida pueden parecer soluciones a graves problemáticas que con su aplicación dejarán peores consecuencias. Como dijo el famoso dramaturgo William Shakespeare: "No basta con levantar al débil, hay que sostenerlo después".