Hoy volvemos a celebrar el Primero de Mayo, día internacional de los trabajadores y trabajadoras, en un momento esperanzador. Empezamos a ver la luz al final del túnel de una pandemia que ha dejado dolor, enfermedad, muerte y destrucción durante más de un año. Un año en el que millones de trabajadores y trabajadoras de los llamados sectores esenciales, desde la sanidad hasta la limpieza, de los transportes al comercio, de la agricultura a la industria, desde la comunicación a la seguridad, cuidaron de todos nosotros. Este 1 de Mayo debe ser un reconocimiento a todas esas personas. Pero ese reconocimiento debe ser explícito y, como dice nuestro lema de este año: ahora toca cumplir, porque este país está en deuda con su gente trabajadora.