Opinión
España tiene un problema que se evidencia en cada portal inmobiliario, en cada conversación sobre alquileres o precios de compra, y en la creciente ansiedad de miles de jóvenes, y no tan jóvenes, que se han manifestado ya incontables veces en muchas ciudades en los últimos años: faltan casas, faltan viviendas, faltan hogares. Muchos. Desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) estimamos que hace falta levantar 220.000 viviendas al año para empezar a atajar la emergencia, y luego mantener un ritmo de crucero de 150.000 anuales para ir solucionando el problema. La cifra es relevante pero razonable, aunque el verdadero miedo se respira al plantear la pregunta clave: ¿quién va a construir esas casas?