"Verde que te quiero verde", es una de las frases del Romancero gitano de Lorca que han pasado a formar parte de la historia de la literatura. Pero en el mundo bursátil este verso parecía tener cada vez menos sentido, sobre todo si se miraba el comportamiento del Ibex 35 en las últimas sesiones. Aunque por ahora la bolsa española logra mantener su cotización coloreada de verde en el año, mientras Europa y Wall Street se instalan cada vez más dentro del terreno negativo en el año, y esta última sesión significa un paso más hacia atrás. Esto contrasta con el optimismo que se había adueñado de los parqués del Viejo Continente hasta hace unos días, en que Donald Trump le dio la vuelta al tablero con la imposición de sus aranceles a prácticamente el mundo entero. El Ibex resiste con apenas un 1,8% de ascenso en el año, muy lejano del 15% con el que cerraba el trimestre hace más de una semana, pero con las declaraciones de Trump de posponer la entrada en vigor de los aranceles, Wall Street se disparaba por encima del 5%, con el Nasdaq 100 acercándose al 10% de subida en esta sesión.

La apertura de Wall Street al alza catapultó a la bolsa europea en su rebote. Índices como el Ibex 35 o el Eurostoxx 50 anotan una jornada en la que no enmiendan las caídas de las últimas sesiones, pero sí que dan respiro a la presión vendedora que provoca la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump con una subida cercana al 2,5%.

Aunque parecen más, solo han pasado tres jornadas desde el (supuesto) Día de la Liberación de Donald Trump. Desde el jueves pasado se ha desatado una verdadera sangría en el parqué, a pesar de que Europa había logrado resistir a los coletazos en la carrera arancelaria. Los inversores finalmente están viendo la magnitud de las imposiciones comerciales de Estados Unidos a sus socios comerciales, mientras el Viejo Continente ya tiene su cotización en terreno negativo este año, solamente el Ibex 35 resiste coloreado de verde, con un 1,7% de alza anual. Sin embargo, en estas últimas jornadas ha visto un descalabro que asciende al 11,7%, con diez de sus firmas retrocediendo por encima del 15%, unos descensos que se vio suavizado desde el inicio de la sesión estadounidense. Los sectores que están siendo los protagonistas de estos descensos son las acereras y la banca en la referencia de la bolsa española en estos tres días.

Los efectos negativos de los aranceles estadounidenses a los productos importados impactaron con fuerza en la renta variable europea a finales de la semana pasada. Después de un inicio de año espectacular para las bolsas del Viejo Continente, Donald Trump ya ha dado el último golpe al tablero geopolítico mundial con el Día de la Liberación y las bolsas lo sufren. Casi nadie se ha salvado de la interminable lista del mandatario estadounidense, ni siquiera las islas Heard y McDonald, habitadas únicamente por pingüinos y focas, a las que les impuso el arancel mínimo del 10% para sus productos exportados. En el parqué, ni siquiera el Ibex 35 logra escaparse de las consecuencias de la política comercial trumpista y las últimas caídas dejan a nueve de sus valores cediendo más de un 20% desde sus máximos del año. Sin embargo, la referencia española está aguantando con más fortaleza que el resto de Europa y mantiene una subida del 7% en lo que va del año, frente al 15% que lograba al cierre de los primeros tres meses del año, su mejor primer trimestre desde 1998.

Wall Street está viviendo una jornada de resaca tras el Día de la Liberación de Donald Trump. A pesar de que a priori el efecto debería ser positivo para las firmas que cotizan en la Gran Manzana, la renta variable estadounidense está siendo sufriendo los daños colaterales del endurecimiento de la política comercial, con ventas significativas de los inversores. Ni siquiera las Siete Magníficas son capaces de escapar de esta marea roja en el parqué: todas estas grandes firmas tecnológicas ven caídas por encima del 2% en la sesión. La más perjudicada de todas es Apple, que es la verdadera perdedora en bolsa cayendo un 9,32% al cierre.

La cotización de Solaria inició la semana perdiendo los 7 euros en el parqué, hasta los 6,87 euros, niveles no vistos para la firma desde marzo del año 2020, ante la caída del 11,96% que presenta la firma de energía renovable en el año. A pesar de que la compañía no ha podido recuperar esta marca en las últimas sesiones, ninguno de los expertos que siguen su comportamiento en bolsa valoran sus acciones por debajo de los 7 euros para los próximos meses.

La renta variable europea está cediendo su impresionante avance ante la inevitable llegada del 2 de abril, en esta jornada Donald Trump impondrá de manera oficial aranceles a prácticamente el mundo entero. Dos días antes de este evento, la CMA (Autoridad de la Competencia y Mercados de Reino Unido) notificó que está investigando el Acuerdo Comercial Conjunto del Atlántico (AJBA), este es el grupo de cinco aerolíneas que cooperan para realizar vuelos transatlánticos y en la que están involucradas dos de las firmas que conforman IAG: British Airways e Iberia. Además, Virgin Atlantic notificó de la debilidad en las ventas de pasajes de Estados Unidos con destino a Reino Unido. Ante esto, IAG, la matriz de su principal competidora, se desploma un 6,6% en la sesión inicial de esta semana.

El saldo de la última semana de marzo termina teñido de rojo para las principales bolsas europeas. A pesar de que Europa había aguantado las amenazas desde el otro lado del Atlántico, el último golpe de Donald Trump al sector automovilístico ha impactado en la cotización de los índices del Viejo Continente. Aunque las caídas han llegado a superar el 1,5% en gran parte de los selectivos europeos, el Ibex 35 ha logrado soportar mejor las presiones de Estados Unidos, y resiste con un descenso del 0,3% en los últimos cinco días hasta los 13.304 puntos, a pesar de haber marcado un nuevo máximo anual en los 13.484 puntos a principios de la semana. Además, en la última sesión se han dado a conocer los datos de la confianza del consumidor estadounidense que cayeron a mínimos de noviembre de 2022, y los americanos tienen las peores expectativas para la inflación en la región desde hace 32 años, lo que ha profundizado las caídas en Wall Street.