En los últimos meses hemos podido observar un cambio en el panorama económico español, especialmente en inversión inmobiliaria, sobre todo entre el sector hotelero y el residencial. El primero ha experimentado un auge notable, promovido principalmente por fondos de diversos países europeos que han convertido a este segmento en el líder del sector. El segundo, por el contrario, ha retrocedido considerablemente, evidenciado además por la disminución en la inversión en obra nueva