Opinión | Miguel A. Bernal Alonso
El debate de investidura de Mariano Rajoy ha centrado la atención de la escena política y económica. Cierto es que el resultado parecía cantado desde el miércoles. Las posiciones estaban claras: el acuerdo de los 150 puntos entre Ciudadanos y PP, con el apoyo de Coalición Canaria dio 170 votos; por otra parte, teníamos al hombre de los tres noes, Pedro Sánchez, y su partido. Interesaba también el discurso del PNV por el posible apoyo a la gobernabilidad del país, pues es evidente que pueden ayudar y mucho a la gobernabilidad, aunque las elecciones del País Vasco complican la situación. Del resto sabíamos que poco iban a aportar a la investidura y al Gobierno de los próximos años.