Redactora de Audiencias en elEconomista.es. Escribo sobre los dos mayores placeres de la vida: comer y viajar. Me gradué en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos y cursé un máster en Gestión de Televisión en la Universidad Complutense de Madrid. Escribir, comunicar y compartir me viene desde siempre. Di mis primeros pasos como redactora web en Atresmedia, me puse frente a las cámaras de Telemadrid para intentar hacer la economía más accesible y ahora trabajo para contarte la historia que hay detrás de cada lugar.

Retratada en el mundo del cine como un nido de agentes, esta ciudad tiene fama de ser la capital del espionaje internacional. Debido a su historia y a su posición estratégica en Europa, Viena se convirtió en el epicentro de las operaciones, sobre todo cuando, después de la Segunda Guerra Mundial, fue el punto clave de las negociaciones diplomáticas entre los centros de inteligencia socialistas y occidentales.

Cuando llega el invierno es prácticamente inevitable pensar en Huesca y en todos y cada uno de sus atractivos, sobre todo, en los Pirineos. No obstante, esta provincia tiene muchas otras localidades en las que disfrutar de la nieve y deleitarse con sus paisajes helados. Si habláramos con Elsa, la princesa Disney de Frozen, sin duda alguna, elegiría Lanuza como el escenario perfecto en España para vivir.

Ubicado en el Valle de Tena, esta bonita localidad tiene todo lo necesario para convertirse en un auténtico tesoro. Tejados de pizarra negra, un entorno mágico y con tan solo 43 habitantes. ¿Acaso se puede pedir algo más?

Balcánica, mediterránea, oriental y helena. Bulgaria es uno de esos países que sorprenden y dejan huella y por desgracia, es uno de los más infravalorados y turísticos de Europa. ¿El motivo? Es imposible saberlo. Eso sí, por ser un país curioso y lleno de patrimonio no es.

Además, de algo de lo que puede presumir Bulgaria es de ser el único país de la Unión Europea que no ha cambiado su nombre de su fundación. Por ejemplo, España no siempre se ha llamado así, concretamente su nombre es este desde el siglo XII. Sin embargo, desde el año 681, Bulgaria siempre ha sido Bulgaria.

Si hay un idioma que tiene fama de ser difícil de hablar ese es el alemán, pero por extraño que parezca, el pueblo con el nombre más largo del mundo y que causa quebraderos de cabeza a todo aquel que intente decirlo en voz alta no es de allí, sino de Gales. Ubicado en la Isla de Anglesy, la segunda más grande del Mar de Irlanda. 60 letras se dice pronto, pero pronunciar el nombre de Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch es prácticamente imposible. Es por ello, por lo que también se le conoce como Llanfairpwllgwyngyll o Llanfair PG.

No sorprende que en este pequeño pueblo leonés no haya ninguna placa que especifique que se trata del municipio natal de Amancio Ortega. Y aunque todos allí saben cuál fue su casa, a día de hoy está abandonada y prácticamente en ruinas. No obstante, más allá de eso Busdongo de Arbas, ubicado en el municipio de Villamanín, destaca por su historia y su interés cultural.

Conocida como la dotta, por albergar la universidad más antigua de Europa, la rossa, por el color de sus edificios, y por la grassa, por su deliciosa gastronomía. Bolonia es una de las ciudades históricas mejor conservadas de Italia y posee uno de los cascos antiguos medievales más bonitos de Europa. Como una sinfonía de pórticos y palacios, no hay persona, ni estudiante que se resista a su actual ambiente combinado con la historia y el patrimonio de sus edificios. ¿Lo mejor de todo? Es posible visitarla por tan solo 30 euros.

Quién le diría al pueblo de As Pontes que sería la cuna de una de las cervezas más icónicas de España: la Estrella Galicia. Hace ya 168 años, su fundador, José María Rivera Corral, nació en la parroquia del barrio de Chamoselo y lo que vino después, ya lo sabemos. Situado en la provincia de La Coruña y con apenas poco más de 9000 habitantes, esta localidad tiene una gran gastronomía, historia y un patrimonio digno de conocer.

Se encuentra en pleno centro de Madrid, pero entrar a este local es sinónimo de viajar al pasado, concretamente al año 1920 en Estados Unidos. ¿Y qué estaba sucediendo ese año allí? Efectivamente, la Ley Seca. Para emprender esta aventura, únicamente hay que tocar al timbre y decirle la contraseña a la persona que pregunte por la mirilla. Curioso, ¿verdad? Estamos hablando de Bad Company y este curioso bar se trata del primer 'speakeasy' de la ciudad.

Pocos planes hay más divertidos que ir a comer fondue o una raclette en grupo. Este invento de la cocina franco-suiza nos gusta a muchos y más cuando llegan estas fechas en las que nos apetecen planes calentitos. Si todavía no sabes de lo que te estoy hablando, consiste en mojar pan o carne en una fuente de queso fundido, o en el caso de la raclette, derretir el queso con una pequeña pala y rasparla sobre el acompañamiento. Suena bien, así que si eres un amante del queso, apunta estas opciones y disfruta de 'hundir el pan' como en una auténtica cabaña suiza sin la necesidad de salir de la ciudad.

Si le preguntas a cualquier español, la cerveza tiene su propio ritual: debe estar bien fría y si se toma en una terraza al sol sabe mucho mejor, ¿verdad? Lo que está claro es que esta bebida es un vínculo de unión, ya que está presente en todas las celebraciones más importantes. Eso sí, tampoco hay que ponerse exquisitos, si la cerveza es buena, no importa el lugar donde se consuma.