El pueblo leonés que "se muere" es también la cuna del fundador de Inditex, Amancio Ortega

No sorprende que en este pequeño pueblo leonés no haya ninguna placa que especifique que se trata del municipio natal de Amancio Ortega. Y aunque todos allí saben cuál fue su casa, a día de hoy está abandonada y prácticamente en ruinas. No obstante, más allá de eso Busdongo de Arbas, ubicado en el municipio de Villamanín, destaca por su historia y su interés cultural.

La cuna de Inditex

Los Ortega, familia de ferroviarios, se asentaron en Busdongo alrededor de los años 30. Poco después, en la primavera de marzo de 1936 nació Amancio Ortega, conocido a día de hoy como una de las personas más influyentes del panorama español y fundador del imperio Inditex. Su estancia en este pequeño pueblo leonés fue corta, pues apenas tres meses después de su nacimiento, su familia se trasladó a Tolosa. No obstante, tuvo que marcar al empresario, pues este dato aparece en su autobiografía. Más tarde, su familia se trasladó a Galicia y el resto ya es historia.

No obstante, hasta hace unos años, los vecinos de Busdongo no conocían que Amancio nació allí, fue en la inauguración del primer Zara que abrió en León cuando se enteraron de la noticia.

Un lugar de tradición e historia

Situado a cinco kilómetros del puerto de Pajares y con apenas 72 habitantes, este municipio fue en su momento el nudo de comunicación entre León y Asturias. Para llegar a este pueblo, el camino es curioso, pues primero hay que trasladarse a Villamanín. Una vez allí, Busdongo de Arbas se divide en dos barrios, la parte central, donde se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista, y la parte nueva, donde está ubicada la estación de tren y los restaurantes.

Además, uno de sus principales atractivos es su proximidad a la Montaña Central Leonesa y su buena conectividad tanto por carretera, como por ferrocarril, lo cual convierte al pueblo en el punto ideal.

Pese a ello, este pueblo 'se muere' y los vecinos piden que no se pierda esta localidad. Hace unos años, el propio Amancio Ortega donó los fondos suficientes para que el pueblo pudiera adquirir una máquina quitanieve, algo bastante necesario teniendo en cuenta su ubicación. No obstante, no es suficiente y siguen pidiendo desde el ayuntamiento a la Fundación Ortega más ayuda para la rehabilitación del pueblo.