Redactora de Audiencias en elEconomista.es. Escribo sobre los dos mayores placeres de la vida: comer y viajar. Me gradué en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos y cursé un máster en Gestión de Televisión en la Universidad Complutense de Madrid. Escribir, comunicar y compartir me viene desde siempre. Di mis primeros pasos como redactora web en Atresmedia, me puse frente a las cámaras de Telemadrid para intentar hacer la economía más accesible y ahora trabajo para contarte la historia que hay detrás de cada lugar.

En la Comunidad de Madrid hay muchos dulces típicos y uno de los más conocidos son las deliciosas palmeritas de Morata. Este bocado moviliza a miles de personas hasta las afueras solo para probarlas y comprobar de primera mano que el viaje merece la pena. El secreto de su éxito es una de esas cosas que ya todo el mundo sabe, pero que sigue sorprendiendo y deleitando a todo aquel que las prueba: su hojaldre bañado en almíbar.

Después de todo el mes lloviendo, seguro que más de uno se ha preguntado dónde se esconde la Virgen de la Cueva para poder tener una conversación con ella: ¿Va a seguir lloviendo mucho más tiempo? ¿Cuándo va a parar? De lo que estoy segura también es que todo el mundo conoce y podría seguir perfectamente la letra de esta canción "que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan...". Mítica letra de la infancia, ha resonado en cientos de colegios, parques, plazas, pueblos y ciudades de España a lo largo de varias generaciones.

A todos nos gusta comer, pero, ¿podría todo el mundo considerarse un buen cocinero? Es obvio que hay distintos grados, muy pocos llegan a la excelencia, otros consideran que se defienden en la cocina y otros simplemente cocinar por sobrevivir. Por suerte, el mundo de la gastronomía es extenso, está repleto de recetas, sabores, combinaciones y aromas y para más ende, no todas ellas implican tener que ser todo un cocinillas.

Aunque queda poco para la llegada de la primavera, el tiempo de estos últimos días no se corresponde. Frío, lluvia, cielos encapotados, todas estas características hacen que nuestro cuerpo todavía nos siga pidiendo platos de cuchara calentitos, que sean reconfortantes y que estén ricos. Las expertas en eso son nuestras abuelas y madres, que parecen tener un amplio recetario en sus cabezas y una mano especial en la cocina.

El mundo de la gastronomía está repleto de grandes recetas con las que poder experimentar y disfrutar de las diferentes combinaciones de sabores e ingredientes que nos ofrece el mundo. Algunas son más laboriosas que otras, eso es un hecho, y aunque comer es un placer que la gran mayoría disfruta, el hecho de estar en la cocina no tanto. Ya sea porque no es de su agrado o por simple cansancio, aquellas recetas rápidas y deliciosas salvan de este tipo de ocasiones.

Irse de vacaciones es uno de los mayores placeres de la vida. Conocer nuevas ciudades, nuevos rincones, crear recuerdos en la otra punta del mundo, nutrirse de otras culturas... Coger la maleta y visitar algún país se convierte en un plan muy romántico, sobre todo cuando se necesita salir de la rutina y pasar más tiempo juntos. Por norma general, las ciudades más típicas para realizar una escapada en pareja suelen ser París o Roma, no obstante, hay una larga lista de destinos. Ahora bien, lo que no sabe todo el mundo es que entre ellas hay una que carga con una curiosa maldición.

Si hay un mes que es perfecto tanto para los amantes de la jardinería como de la cocina, ese es marzo. Durante esta época del año hay varias hierbas aromáticas y plantas que florecen y que son perfectas para comenzar a sembrarlas. Y es que, como se da a entender al principio, más allá de su buen olor y de su belleza, se debe mencionar sus grandes cualidades culinarias. De hecho, se podría decir que no hay ni una sola buena receta que no incluya alguna de estas, ya que se encargan de realzar los sabores y le aportan un toque único.

El colágeno, como bien sabemos, es la proteína estructural más abundante del cuerpo. Su presencia es determinante en la estructura y resistencia de tejidos como la piel, los tendones, los huesos y los músculos. Es decir, son los cimientos invisibles que mantienen todo en su lugar, facilitan la movilidad y se sitúan en un gran porcentaje de los tejidos del cuerpo.

Si eres de los que cree firmemente que el desayuno es la comida más importante del día, estarás de acuerdo que de todas las posibles maneras con las que poder comenzar la mañana, cuando existe el tiempo de poder disfrutar de un café calentito acompañado por un plato delicioso, el resto del día se ve con otros ojos. Hay quienes tienen un desayuno comodín, una gran opción que nunca falla y que es perfecta para esos días más rutinarios. No obstante, salir de ahí también está bien, ya que es una oportunidad para poder deleitarse con otros sabores y combinaciones desde primera hora de la mañana.

En España, pocas cosas más hay gratificantes que una cerveza fresquita al sol, acompañada de una tapa y, cómo no, rodeado de buena compañía. Esta, más allá de ser una de las bebidas más internacionalizadas, es también conocida por ser símbolo de unión allá donde vaya. Obviamente, no hace falta decir que se trata de una bebida con una larga historia y tradición, ya que hay varias evidencias arqueológicas que remiten su consumo al año 7.000 aC. No obstante, el fin de la cerveza podría estar más cerca de lo que creemos, por lo menos la que conocemos, alertan los científicos.