Redactora de la información inmobiliaria en elEconomista, Patrimonio Inmobiliario y Vivienda a Fondo. Es licenciada en Periodismo y titulada en Relaciones Internacionales por la Universidad CEU San Pablo. También cursó el máster COPE de Radio. Trabajó en RNE, Cadena COPE, Gestiona Radio, Qué Radio!, Agencia 71 y okdiario.

En un contexto marcado por la escasez de vivienda, la presión sobre el mercado del alquiler y la incertidumbre económica proveniente del exterior, el sector inmobiliario ha lanzado un mensaje claro a las administraciones: menos intervención política y más medidas eficaces para fomentar la oferta. En su lugar, reclama facilitar el acceso a la financiación, estabilidad normativa y agilidad para desarrollar suelo. Sobre todos estos asuntos hablaron los directivos de LandCo, Grupo Lar, Argis y Ktesios Socimi en la V edición de La Gran Jornada Inmobiliaria, organizada por elEconomista.es

El precio de la vivienda seguirá subiendo durante tres o cuatro años más, aunque a un ritmo más moderado que el actual. Es el escenario que proyectaron las grandes promotoras del país reunidas en la V edición de La Gran Jornada Inmobiliaria, organizada por elEconomista.es, en la que los directivos de Neinor Homes, Metrovacesa, Culmia y Vía Ágora alertaron de la presión que ejercen en el mercado la escasez de suelo finalista (el que está listo para iniciar una promoción), la falta de financiación o la insuficiente mano de obra.

El próximo 1 de julio comenzará a funcionar el Registro Único de Arrendamientos y la Ventanilla Única Digital, herramientas impulsadas por el Gobierno para regular el alquiler de corta duración, frenar los casos de fraude y dotar de transparencia al mercado. La medida entró en vigor el 2 de enero, pero no será efectiva hasta el próximo mes, un periodo de tiempo para que las empresas y las administraciones se adapten a la nueva regulación.

El mercado del alquiler sigue marcando récords. El precio de las rentas subió un 9,9% interanual en mayo y un 1,3% en el último mes, alcanzando los 14,5 euros por metro cuadrado de media, lo que supone el valor más alto jamás registrado. El incremento fue especialmente intenso en las grandes urbes, lo que está provocando que la brecha entre las zonas más caras y las más asequibles siga ensanchándose. Como ejemplo, basta con enfrentar a Barcelona con Ciudad Real: vivir de alquiler en la capital catalana cuesta más del triple que en la ciudad castellanomanchega.

El mercado residencial español sigue marcando récords. El precio de la vivienda de segunda experimentó en mayo la mayor subida desde que existen datos. Según el Índice Inmobiliario de Fotocasa, los precios se dispararon un 4% en solo un mes y un 14,8% respecto al mismo periodo del año anterior, llevando el precio medio hasta los 2.635 euros por metro cuadrado. Nunca antes se había producido un incremento tan brusco de forma simultánea tanto en la variación mensual como en la interanual.

Compra consumada. Acciona HA adquirido la sede de Nestlé en Esplugues de Llobregat (Barcelona), hasta ahora en manos del fondo surcoreano Igis Asset Management, por 65 millones de euros. La operación abre la posibilidad de que el activo sea transformado en viviendas, aunque la decisión definitiva aún no ha sido tomada.

La falta de vivienda asequible, el incremento del precio del suelo urbano y la creciente fragmentación del terreno rústico están detrás de una transformación silenciosa, pero profunda del mercado inmobiliario español. Se trata del auge de las microfincas: pequeñas parcelas de tierra, generalmente de menos de 10 hectáreas, que se están convirtiendo en una alternativa cada vez más popular para quienes buscan una vivienda o un refugio en contacto con la naturaleza.

"La vivienda deja de ser un bien de lujo y se convierte en un derecho. Política útil para la mayoría". Con estas palabras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebraba hace ya dos años la aprobación de la ley de vivienda en el Congreso de los Diputados. La norma, que nació con la vocación de mejorar el acceso a la vivienda, ha transformado profundamente el mercado residencial, pero en el sentido contrario al deseado: la oferta de alquiler permanente se ha reducido, la demanda ha aumentado y el precio de las rentas ha alcanzado máximos históricos. Los efectos de la ley son especialmente adversos en los territorios en los que se han declarado zonas de mercado residencial tensionado.

El Gobierno presiona a las comunidades autónomas para que apliquen una de sus medidas estrella en materia de vivienda: el control de precios del alquiler. Dos años después de aprobar la controvertida ley de vivienda, el Ejecutivo ha anunciado una partida extraordinaria de 35 millones de euros para las regiones que se sumen a la declaración de zona tensionada, lo que permite topar el precio de los alquileres o modificar el régimen de prórrogas de los contratos. De este modo, deja fuera de juego y sin fondos a las comunidades que no hagan uso de esta medida.

Los desequilibrios en el mercado de la vivienda podría convertirse en cuello de botella para la economía española y en un problema social de "primera magnitud" en nuestro país. Es el aviso que el Banco de España lanza en su Informe Anual 2024 en el que pide abordar la situación de manera "decidida" y "holística". La institución dirigida por José Luis Escrivá también rebaja el déficit de vivienda a una horquilla de entre 400.000 y 450.000 unidades en el periodo 2022 y 2024, frente a las 600.000 planteadas en el informe del año pasado cuando Pablo Hernández de Cos estaba al frente del banco central español. El desajuste es "particularmente significativo" en cinco provincias: Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Málaga, que concentran algo más del 50% del déficit.