Las protestas agrícolas agitan la política comunitaria. El rechazo por parte de ciertos sectores a la descarbonización de la economía polariza la conversación de las políticas climáticas emprendidas por la UE. Pero la estrategia verde trata también de impulsar la competitividad comunitaria, un esfuerzo por no perder la carrera de la transición verde contra otras potencias como Estados Unidos y China. En este contexto, la Comisión Europea ha presentado este martes una recomendación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE en un 90% hasta 2040, respecto a los niveles de 1990. Una meta que rebaja las aspiraciones de establecer un objetivo vinculante pero que, en todo caso, abre el camino hacia una segunda fase del Pacto Verde europeo.