EMPRESAS
Las grandes constructoras españolas han impulsado sus estrategias de desinversión de activos en un contexto en el que la crisis por la Covid-19 ha deteriorado sus cuentas de resultados tanto por los efectos sobre las obras y los contratos de servicios como por la caída de la demanda en muchos de sus proyectos concesionales. Los seis principales grupos, ACS, Ferrovial, Acciona, FCC, Sacyr y OHL, tienen en la rampa de salida activos que alcanzan una valoración conjunta próxima a los 5.000 millones de euros, de los que cerca de 2.000 millones ya se han materializado.