Análisis
El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer la liquidez de emergencia que da a los bancos griegos. En total, casi 89.000 millones de euros que figuran en el ya famoso ELA. Este 'dinero de Fráncfort' es el que ha mantenido con vida a las entidades del país desde febrero, cuando la institución dejó de aceptar los colaterales de la deuda griega en sus operaciones ordinarias. La asistencia ha sido fundamental para que Atenas pudiese seguir negociando durante todos estos meses con sus acreedores. En otras palabras, era necesario mantenerlo para dar tiempo a los políticos para que fueran ellos quienes resolvieran la situación; sin embargo, con esta decisión, el BCE podría estar vulnerando sus normas.