Periodista y escritor. Entre apocalípticos e integrados, lo mío es abordar el presente y el futuro del empleo con acento crítico y sin 'hype'.

La enmienda a la Ley de Empleo pactada entre EH Bildu y el Gobierno de coalición para que la Inspección de Trabajo pueda "pronunciarse" sobre las causas de los despidos colectivos ha supuesto una sorpresa para los propios funcionarios y los interlocutores sociales. Pero también despierta serias dudas por sus consecuencias jurídicas.

¿Pueden las máquinas provocar una masiva destrucción de empleo? El debate es tan antiguo como la propia revolución industrial, aunque las posiciones más optimistas han tomado la ventaja. Sin embargo, el panorama puede complicarse incluso para ellos con la irrupción de nuevas tecnologías capaces de realizar tareas que, hasta ahora, era consideradas 'a prueba de robots'.

Un informe de Eurofound revela el verdadero alcance del impacto de la implantación del teletrabajo sobre la jornada laboral en España, y nos sitúa como el país europeo en el que más contribuye a que los empleados trabajen "más horas de las exigidas contractualmente".

El ajuste de las cifras para 'regularizar' a fijos discontinuos continuó en noviembre, aunque con menor intensidad que en el mes pasado. De considerar parados a las personas con este tipo de contrato que no trabajan, se habría registrado un incremento de 80.000 desempleados, frente al descenso de 33.512 personas contabilizados por el Gobierno.

La demografía parece poner en jaque el futuro de la innovación en España. En los últimos veinte años, los profesionales de entre 25 y 34 años han reducido un tercio su participación en la fuerza laboral científica.

La incertidumbre económica y la política monetaria no logran superar el impacto de la inflación en el mercado laboral y esto se traslada a los sueldos que recogen las ofertas publicadas por las empresas europeas. Aunque nuestro país han registrado un leve incremento de los salarios propuestos, sigue siendo el más parco entre las grandes economías de la zona euro.

El 62% de los asalariados españoles realizó en 2020 un curso de formación continua financiado por su empresa. Una cifra récord que no solo supone el segundo mayor porcentaje entre los países europeos, después de República Checa, sino que además es el más se ha incrementado en la última década. Ello pese a que en el mismo periodo, la tasa de empresas que ofrece formación continua a sus empleados se ha desplomado. Una paradoja que apunta a la peor calidad de estas enseñanzas.

La polémica sobre los fijos discontinuos ya no se limita al dato de paro que elabora el SEPE. La Tesorería General de la Seguridad Social mantiene en revisión y sin actualizar desde septiembre la estadística que clasifica las bajas de afiliación según su causa. La razón, aclarar no solo las dudas que suscita la situación de estos trabajadores al dejar de trabajar, sino también su impacto en las dimisiones.

El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha sido la bandera del "escudo social" lanzado por el Gobierno de Pedro Sánchez ante la pandemia. Sin embargo, su diseño y sus resultados han sido puestos en cuestión desde el primer momento ante la incapacidad para sacar a sus beneficiarios de la 'trampa de la pobreza'.

Los casi 2,9 millones de parados españoles solo tienen a su disposición 128.000 vacantes, según los datos adelantados de Eurostat para el tercer trimestre. Unas cifras que contrastan con las de Alemania, que contabiliza 1,8 millones de puestos sin cubrir para 1,3 millones de parados. Ante este 'gap' el Gobierno germano está lanzando una agresiva política para 'robar' talento al resto de países europeos. Empezando por los españoles.