Lo de Carlos Alcaraz y el italiano Jannik Sinner fue una histórica final que ya se considera una de las mejores de todos los tiempos. Contó con una estoica remontada del murciano cuando todo parecía perdido. Fueron un total de cinco horas y veintinueve minutos de partido (récord) que, además, hicieron vibrar especialmente a El Palmar, la pedanía pegada a Murcia capital donde nació el campeón, que se convirtió en el vencedor de este torneo por segunda vez (segundo año consecutivo).