Jordi González (62) lleva sin aparecer en D Corazón, el programa de crónica social que emite cada fin de semana TVE, cinco meses. Desde Informalia ya adelantamos que el presentador no estaba en condiciones para volver a presentar y hablamos también de cuando, por fin, pudo regresar a España para recuperarse de su enfermedad.
Ahora ha sido él el que ha dado un paso al frente, ofreciendo impactantes titulares acerca de las semanas en las que casi pierde la vida por la misma enfermedad, que él mismo apostilla, "mató al Papa Francisco". "Ahora estoy bien, pero he estado muy mal, verdaderamente mal...". Todo empezó a raíz de una bacteria que cogió "caminando por la calle". "Ha estado a punto de llevarme al otro barrio y no ha sido así gracias al maravilloso equipo médico que me ha tratado, que, a día de hoy, no sabe todavía cómo he salido adelante", ha señalado.

Fue durante un viaje por Reyes a Colombia, donde tiene un apartamento en Medellín, cuando comenzó a notarse débil. En concreto, durante una excursión a Santa Marta: "Empecé a sentirme mal, muy cansado, con los ojos irritados, me costaba incluso subir escaleras. Yo notaba que algo me ocurría, que mi cuerpo se estaba como desafinando".
Cuando lo chequearon, se dieron cuenta de lo preocupante que era su situación: "Un médico fue a visitarme a casa, porque volví a Medellín. Ese médico determinó que tenía que ingresarme urgentemente". Y recuerda: "Estaba saturando muy poco oxígeno en la sangre. Tenía también fiebre alta, pero la oxigenación en sangre era extremadamente baja. De hecho, yo no recuerdo muchas cosas de aquellos días y luego me explicaron que era porque el oxígeno no me llegaba correctamente al cerebro".
Lo peor llegó después: "Me estuvieron haciendo pruebas y vieron que era a consecuencia de una bacteria que no lograban identificar. Con lo cual, me pusieron antibiótico en vena durante muchos días, pero la fiebre no bajaba y yo cada vez estaba peor. Así que tuvieron que inducirme al coma. Estuve en coma tres semanas". Y lamenta: "Cada vez iba a peor y cuando me despertaron es porque ya habían conseguido estabilizarme". Y añade: "Luego continué en la UCI, pero ya había pasado el peligro". Allí estuvo un largo tiempo: "Casi dos meses, 55 días en Colombia y dos más en España. 57 días en total".
Sobre el diagnóstico, explica: "Lo que yo tenía era una bronconeumonía bilateral, que es la enfermedad que ha matado al Papa Francisco, agravada por una crisis renal. Es un diganóstico con claro índice de mortalidad". Y recuerda: "Yo he estado más allá que acá, claro que he estado a punto de morir porque no había manera de identificar esa bacteria. Y cuando pasan 25 días y los antibióticos no consiguen bajar la fiebre, los médicos empiezan a darte por perdido".
Por tanto, resume: "De hecho, es probable que si no me hubieran inducido al coma ahora mismo no estaría sentado contigo". Tanto es así que incluso los familiares del presentador estaban preparados para cualquier cosa: "Los médicos le dijeron a Ana [su mano derecha que viajó hasta Colombia en dos ocasiones] que avisara a la familia para que viajaran a Colombia para despedirse".
La recuperación, en la que todavía sigue inmerso, no es nada fácil: "Tenía mucho miedo a perder la voz por la traquetomía [de la UCI] y quería caminar. Leía mucho y sabía que, en casos así, se pierde mucha fuerza para caminar. El primer día que pude dar dos pasos lo celebré como si hubiera ganado una batalla". A día de hoy, explica: "He recuperado la voz y estoy recuperando la forma física, porque después de tantas noches en una UCI pierdes mucho y muscularmente hablando estoy débil".
En este sentido, añade: "Estoy aprendiendo a caminar otra vez, porque los músculos se me han atrofiado, los de las piernas y los de los brazos. Tengo que ir poco a poco. De hecho, he ido un par de veces a cenar fuera de casa y me he caído en el restaurante. Al margen de la vergüenza que pasas, es que me puedo romper algo".
En cuanto al proceso de recuperación y los pasos a seguir, cuenta: "Ahora estoy pendiente de empezar una rehabilitación lumbar. Yo ya no estoy en tratamiento ni estoy tomando ningún medicamento, pero he empezado ya con la rehabilitación física. Voy haciendo cosas, pero otras tengo que empezar de cero".
En cuanto su vuelta al trabajo, de momento no es factible: "Sé que ahora no puedo porque los médicos no me dejan y, por tanto, no me lo planteo. Pero no lo sé realmente". Y sobre si tiene las puertas de D Corazón abiertas, deja su futuro en el programa de TVE en el aire: "No lo sé, no lo sé porque la tele es caprichosa y es una industria absolutamente imprevisible y no decido yo únicamente".