El propio Jordi González habló de su salud hace apenas unos meses. "Estoy malito. Después de quince días de vacaciones, he cogido un trancazo. Estoy con dolor de espalda, dolor en la garganta, fiebre…La semana que viene en teoría estoy allí. Ayer empecé a sentirme mal… No sé que me paso ayer, me puse a llorar, a toser... Suele pasar que cuando estás de vacaciones te pones malito". Fueron las palabras del presentador catalán en su propio programa.
Pero eso fue hace casi tres meses, lo que lleva apartado de la pequeña pantalla y, aunque en Televisión Española la desaparición de Jordi González se comenta, en antena no hemos vuelto a ver ni un saludo, ni una llamada, ni un comentario sobre él, ni siquiera en el espacio que presenta junto a Anne Igartiburu. Ante la preocupación de la legión de fans y espectadores que se preguntan por cómo va el periodista, hemos preguntado y tenido la oportunidad de hablar con alguien muy cercano al presentador, quien nos ha contado la verdad sobre su situación.
El presentador barcelonés, de 62 años, pasó mucho tiempo en Sudamérica porque no estaba en condiciones de afrontar un viaje transatlántico. La buena noticia, como ya avanzamos, logró volver a España. Primero a un hospital. Pero por fortuna en este momento ya se recupera favorablemente en su domicilio de La Finca, en Madrid. No cuentan sin embargo que ha estado realmente "delicado" durante su estancia en Colombia: "Ha estado mucho más grave de lo que podéis imaginar. Han sido varias las ocasiones en las que la situación fue bastante crítica. En Colombia ingresó en un hospital a los pocos días de llegar porque empezó a encontrarse muy mal, y ha estado ingresado hasta que la situación mejoró. A finales de marzo, los facultativos decidieron que ya podía volar".
Aun así, el presentador no regresó a casa totalmente recuperado. "Primero tuvo que pasar por otro centro médico y, cuando se aseguraron de que ya estaba en condiciones de volver a casa para finalizar la recuperación, le dieron el alta", nos cuentan. Es en su domicilio —como ya informamos hace unos días— donde recibe los cuidados diarios de especialistas, entre ellos fisioterapeutas, que lo ayudan a ponerse en forma para volver cuanto antes al trabajo. "Que es una cosa que está deseando", nos apuntan.
En casa ha recibido la visita de sus amigos, aunque "tampoco tiene muchas ganas de ver a mucha gente, al menos antes de ponerse del todo bien", añaden. "Él lo que quiere es estar fuerte cuanto antes para volver al programa que presenta en Televisión Española. No os podéis imaginar las ganas que tiene de poder volver a trabajar". En los últimos años, el presentador ha viajado con frecuencia alrededor del mundo, pero donde más ha recalado ha sido en Miami, Río de Janeiro —donde tenía un apartamento— y en Colombia, país en el que se encontraba cuando enfermó. Debido a esta circunstancia, se perdió el primer aniversario de D Corazón, el espacio que presentaba junto a Anne Igartiburu antes de caer enfermo. Precisamente el día del aniversario del programa, durante una videollamada con sus compañeros, fue cuando empezó a sentirse mal. El periodista expresó su disgusto por su ausencia y por esa especie de fatal casualidad que a veces nos ocurre: ponernos enfermos precisamente en vacaciones. En aquellos primeros días de su dolencia, explicó al equipo y al público de D Corazón que tenía fiebre, dolor de espalda y de garganta.
Mientras tanto, el programa ha continuado sin él. Ha sido Anne Igartiburu la encargada de conducirlo en solitario, como ha hecho a lo largo de los últimos casi 30 años. De hecho, cuando la presentadora vasca ha tenido que ausentarse, ha sido la periodista Ana Prada quien la ha sustituido. Esperamos que Jordi continúe con su buena recuperación y que, más pronto que tarde, pueda reincorporarse al espacio, que de momento ha renovado su emisión hasta el mes de junio.