Se llama Miriam González, es vallisoletana, abogada y esposa de Nick Clegg, que fue viceprimer ministro británico entre mayo de 2010 y mayo de 2015. Ella mejor que nadie sabe lo que estar en el foco de la oposición política y mediática, pero ni se quedó en casa para proteger a su marido (como hizo Viri, esposa de Mariano Rajoy) ni tampoco protagonizó una polémica como la de Pedro Sánchez y su mujer, que no es baladí. De conducta intachable, afirma: "Si yo hubiera hecho lo de Begoña Gómez, me queman viva en Trafalgar Square".