El príncipe Harry no tiene vivienda donde alojarse cuando pisa suelo británico. Esto es así desde que en 2020 él y su mujer, Meghan Markle, activaran el botón de Megxit. Entonces los duques abandonaron sus funciones como miembros activos de la Casa Real y se mudaron a vivir a su mansión de Montecito (Los Ángeles). Esta circunstancia (no tener casa en Reino Unido) se formalizó cuando los Sussex tuvieron que desalojar la que fue su última propiedad, la bucólica Frogmore Cottage. Una operación que se conoció en junio de este año. Por eso, el alojamiento de Harry cuando vuela a Londres no trae más que quebraderos de cabeza en la logística de palacio. La última vez fue en septiembre. Iba solo, sin Meghan.