Estos momentos están siendo especialmente singulares. Desde hace cinco años, la sociedad y, por supuesto, también la empresa ha vivido situaciones enormemente relevantes, como la pandemia, la crisis inflacionaria, los efectos del conflicto bélico en Ucrania o, más recientemente, la amenaza de guerra comercial derivada de los aranceles de EEUU, el desastre de la DANA y el apagón que afectó a nuestro país hace tan solo unos días. Situaciones que dibujan un escenario de enorme incertidumbre y que las empresas, especialmente las pymes, han ido afrontando de forma unida, mostrando una admirable capacidad de resistencia y de compromiso con la creación de empleo, a pesar del estrechamiento de sus márgenes.