Fundador y CEO de Deale

En el ecosistema financiero europeo, la financiación de operaciones de Leveraged Buyouts (LBOs), una estrategia de adquisición de una empresa en la que se utiliza un apalancamiento significativo para financiar la compra ha sido tradicionalmente un terreno dominado por grandes transacciones y fondos con un elevado volumen de activos bajo gestión. Sin embargo, en los últimos años, el creciente interés por los LBOs de menor tamaño, particularmente en el segmento de pequeñas y medianas empresas (pymes), ha comenzado a ganar protagonismo en el sector del capital privado.

En el entorno empresarial actual, las pequeñas y medianas empresas (pymes) enfrentan un desafío cada vez más complejo: atraer y retener el talento. La competencia no solo proviene de otras pymes, sino también de grandes corporaciones que pueden ofrecer condiciones o, en ocasiones, beneficios más atractivos debido a las grandes estructuras de las que disponen. Sin embargo, las pymes tienen una serie de ventajas únicas que pueden utilizar para atraer a los mejores profesionales en cada campo y, lo que es más importante, mantenerlos comprometidos y satisfechos a largo plazo.

Los fondos de capital privado líderes están enfocados en dos objetivos principales: ampliar el tamaño de sus inversiones existentes y levantar nuevos fondos, todo mientras enfrentan obstáculos que ralentizan sus metas previamente establecidas. Para comprender su estrategia de crecimiento, es fundamental utilizar la metáfora de las calorías y la dieta empresarial.

En España tenemos alrededor de 2.935.000 pymes que pertenecen a los llamados baby boomers, nacidos entre 1957 y 1977. Empresarios que pusieron en marcha sus negocios o heredaron negocios familiares hace más de 40 años y que han logrado mantenerlos en el tiempo generando valor y riqueza, superando crisis así como un sinfín de obstáculos.

El 30 de junio de 2022 es la fecha que muchas pymes tenían marcada en rojo en el calendario. El inicio del periodo estival supone el final tanto de las ayudas públicas de Bruselas, canalizadas a través de los Fondos de la SEPI y de Cofides, como de la moratoria concursal. Además, hace escasos días, el Gobierno ha puesto en marcha la nueva ley concursal. Las empresas volverán a tener la obligación de presentar concurso de acreedores en los dos meses siguientes a conocer su estado de insolvencia. Con ello, las esperadas vacaciones podrían tornarse en agridulces para muchas pequeñas y medianas empresas. 

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