Profesora EAE Business School de Gestión del cambio cultural en empresas complejas

Históricamente hemos resuelto problemas de uno en uno y la toma de decisiones era binaria. En Latinoamérica y en España entre otros países, tenemos una marcada tendencia a pensar en términos de blanco y negro y ahora nos vemos forzados a contextualizar y a apreciar la gama de grises.

Estadísticamente hablando España es un país de alta aversión a la incertidumbre con 86 puntos sobre 120 según los estudios de Hofstede. La aversión a la incertidumbre habla de la ansiedad que sienten las personas por no poder controlar el futuro. Para reducir dicha ansiedad, estas sociedades (Grecia, y varios países de LATAM entre otros) se escudan en las rutinas, tienen baja movilidad geográfica, bajo nivel de emprendimiento, tienden a penalizar el error y encuentran en los procesos y en el trabajo "fijo" una panacea.

Tanto empresas como profesionales hemos tenido tiempo para reflexionar durante el confinamiento. Algunos se preguntan si podemos volver a como estábamos antes. La respuesta es no. Sin obviar la parte económica, debemos rendirles pleitesía a los procesos transformacionales por los que hemos pasado tanto a nivel organizacional como personal. Cuando Alicia (la del País de las Maravillas) le preguntó al gato qué camino era mejor tomar, el gato le respondió: “Todo depende de a dónde quieras ir”. Creo que, en la situación actual en la que estamos la mayoría de empresas y profesionales se encuentra en una encrucijada parecida a la de Alicia - ¿y ahora, qué camino tomar? La mayoría de nosotros diría: “Virgencita, virgencita que me quede como estaba ¡o mejor!”

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