Históricamente hemos resuelto problemas de uno en uno y la toma de decisiones era binaria. En Latinoamérica y en España entre otros países, tenemos una marcada tendencia a pensar en términos de blanco y negro y ahora nos vemos forzados a contextualizar y a apreciar la gama de grises.
Solíamos enfrentarnos a problemas de salud o a problemas económicos y al llegar el Covid 19, nos hemos encontrado con el dilema de qué problema atajar primero – ¿el de la salud o el de la economía? Como apunta Victor Cheng de McKinsey, en esta ocasión no podemos escoger; la solución no está en uno o en otro, sino que hay que encontrar la solución a ambos problemas y con la misma prioridad pues las consecuencias tienen un impacto global.
Realizando una comparativa entre las decisiones que han tomado los distintos países hemos podido ver el impacto que está teniendo el haber priorizado un aspecto sobre el otro. Los que priorizaron la economía tuvieron que reconsiderar su decisión a corto plazo. El impacto económico de esta pandemia tendrá consecuencia para todos los países. Sin embargo, los países que priorizaron solamente la salud ahora se enfrentan a una posible depresión económica profunda.
Los países y ciudades como Hong Kong, Islandia, Malta, Shanghai, Corea del Sur y Taiwan que adoptaron una estrategia combinada y optaron por el no confinamiento para permitir que la economía siguiera moviéndose y que a la vez implementaron medidas estrictas para garantizar la salud, están consiguiendo mantener un equilibrio tanto en salud como en su economía. Este es un gran ejemplo de pensamiento sistémico / contextual.
El equilibrio entre medidas sanitarias y económicas es la estrategia ganadora contra el Covid
En el futuro nos enfrentaremos a situaciones cada vez más complejas que van a requerir el planteamiento de soluciones desde una perspectiva contextual e integradora. Esto quiere decir que es necesario desarrollar la capacidad de observar los problemas desde una perspectiva sistémica y ofrecer varias alternativas, aunque puedan parecer contrarias y sin embargo sean complementarias. No podemos seguir polarizando nuestras decisiones o enfocarnos en un solo aspecto de nuestra recuperación.
La mariposa que no ha luchado por salir de su capullo tiene mayores dificultades de adaptación a la vida. En esta ocasión, el Covid está siendo el capullo que todavía estamos rompiendo para salir fortalecidos a una nueva realidad social y económica. En nuestro caso, este "capullo" es la transición del pensamiento deductivo y binario al pensamiento contextualizado e integrativo.
Un ejercicio muy sencillo que puede ayudarnos a desarrollar el pensamiento contextualizado es transformar pensamientos y preguntas binarias como: "no hay trabajo", "es difícil salir", "cuando salgamos será difícil remontar", "mi sector no tiene salida", "ya lo hemos probado antes y no funciona", "solo los grandes pueden", siendo mujer me va a ser más difícil", "a partir de los 50…", etc, hacia un modelo de pensamiento con preguntas como: "¿cómo puedo generar más clientes?, ¿qué debo cambiar para que esto funcione?, ¿cómo puedo alcanzar mis objetivos?, ¿con quien puedo aliarme?, ¿qué más debo hacer? ¿Cómo puedo mantener lo que tengo y además crecer o llegar a mi objetivo?, ¿Qué estrategia es la más adecuada para un momento de transición? ¿Cómo puedo generar alianzas con mis competidores?
Los próximos dos años seguramente serán duros para muchos y lo que nos ayudará a adoptar una mentalidad de contexto y generar opciones es ponernos en el peor de los casos y generar estrategias a partir de ese punto. Convertirse en mariposa supone haber pasado por un durísimo proceso que habrá supuesto pérdidas a muchos niveles, pero también un grandísimo aprendizaje que fortalecerá a las empresas y a los profesionales que hayan abrazado este momento evolutivo con naturalidad.