Profesor de OBS Business School

La Ruta de la Seda… Detrás de este evocador nombre que nos trae a la memoria los de Marco Polo y Kublai Khan, lugares como el desierto de Taklamakán o ciudades como Samarkanda, que tanto nos han fascinado, se mueve hoy y ahora el mayor flujo comercial de nuestro planeta. Es el verdadero nervio económico del mundo. Para entender este fenómeno y su impacto en el futuro de todas las naciones es preciso considerar múltiples dimensiones: la geopolítica, la económica y la cultural como las tres más destacadas.

Opinión

Actualmente, un total de 73 empresas españolas operan en Turquía. Esto supone, no solo una presencia muy importante, sino muy diversificada. Algunas de ellas son BBVA, cuya exposición en el país otomano es mayor desde que se hizo con el 95,87% de Garanti, uno de sus bancos de referencia; Inditex y Mango en el sector de la confección, Mapfre en seguros, Grupo Antolín, Gestamp y Ficosa en el campo de los componentes para automoción, y Airbus Defence and Space.

Fue el presidente Abraham Lincoln quien dijo: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo." Hoy esta frase cobra toda su actualidad ante la aparición de dos nuevos términos económicos como consecuencia de una recesión que no ha hecho más que comenzar: la "cheapflación" y la "reduflacción". Hablemos de ellos.

La respuesta a esta grave y ya universal cuestión pasa por considerar múltiples factores. Todos ellos interactúan entre sí. Para hacernos una idea de cuál es precio que puede alcanzar en los próximos meses debemos hacer un recorrido del proceso que sigue el petróleo; desde su extracción hasta que, transformado en gasolina y bajo cualquiera de sus muy diversas variantes, pasa por el boquerel (ese es el nombre del dispensador de gasolina que introducimos en el depósito de nuestros vehículos).

El impacto de la invasión de Ucrania por parte de Rusia traerá consigo indudables consecuencias para el país agresor. Resultaría lógico pensar que las mismas ya habrían sido evaluadas por el gobierno ruso antes de poner en marcha a sus ejércitos porque nadie se mete en una guerra si no cree que va a ganarla en todos los sentidos. Sin embargo, la actual evolución de los acontecimientos puede llevarnos a una conclusión contraria.

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