Los banqueros centrales en las economías avanzadas parecen haberse ganado sus vacaciones de verano, que ahora continúan en la tradicional reunión informal de Jackson Hole, en Estados Unidos. Mediante una serie de fuertes alzas de los tipos de interés, habrían logrado frenar aparentemente una ola de inflación que, según la creencia popular, fue causada por una combinación sin precedentes de conmociones negativas. Pero antes de alabar a estos banqueros centrales por su control sobre la inflación, deberíamos considerar el papel que desempeñaron para causarla.

Miembro de la junta directiva y miembro distinguido del Centro de Estudios Políticos Europeos