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Thu, 11 Feb 2021 08:00:00 +0100
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Excepción sí, pero a qué precio. La repetición ya se conocía como uno de los problemas principales del sistema educativo en España. De hecho, si la media de estudiantes que han repetido al menos una vez a los 15 años en los países desarrollados se encuentra en un 11%, en este país la cifra asciende al 29%. Sin embargo, las alarmas sonaron cuando en la nueva ley de educación ya aprobada, LOMLOE, se manifiesta claramente la intención de que los alumnos puedan pasar de curso independientemente de las asignaturas que tengan sin aprobar. La nueva norma limita a dos el número de veces que puede repetir un estudiante en toda la etapa de enseñanza obligatoria y deja la decisión de la repetición en el equipo docente. Los sindicatos, la oposición y la comunidad educativa mostraron su preocupación por esta nueva medida en la que dicen que no se estaría premiando la cultura del esfuerzo. Según Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, lo que pretende la nueva norma es, precisamente, "primar el esfuerzo sobre las repeticiones", ya que repetir curso es un mero "procedimiento" y "no es el procedimiento" para la ministra. Celaá busca "trabajar sobre las carencias con refuerzos" para disminuir así la tasa de repetición en España. En este sentido, la OCDE lleva décadas instando a reducir su uso, al considerarlo caro y, sobre todo, ineficaz.