Goteo fue una expresión que hizo fortuna para describir la lenta sangría de empresas que mudaban su sede social de Cataluña a otros puntos de España tras la avalancha inicial de otoño de 2017. Precisamente goteo es lo que se espera ahora, con la progresiva vuelta a la normalidad del clima político y la decisión de Banc Sabadell como punta de lanza, en sentido opuesto. Nadie espera un alud de regresos. De hecho, la mayoría de las empresas no lo tienen como una carpeta prioritaria, pero sí se augura que otras compañías de tamaño medio y grande sigan los pasos de la entidad, como Cementos Molins o Laboratorios Ordesa. En el punto de mira: el mundo La Caixa.