Grifols da un paso más para tratar de aportar luz a sus relaciones con Scranton Enterprises. Los préstamos y operaciones con el holding controlado por parte de la familia, ejecutivos y exdirigentes de la farmacéutica fueron el detonante del informe de Gotham que le ha provocado una caída del 40% en bolsa. Desde entonces, el grupo ha tratado de poner distancia entre propiedad y dirección y de cara a la próxima junta de accionistas prepara una nueva medida: será la Junta la que tendrá que aprobar los movimientos con partes vinculadas a partir de cierto umbral de precio.