
Grifols da un paso más para tratar de aportar luz a sus relaciones con Scranton Enterprises. Los préstamos y operaciones con el holding controlado por parte de la familia, ejecutivos y exdirigentes de la farmacéutica fueron el detonante del informe de Gotham que le ha provocado una caída del 40% en bolsa. Desde entonces, el grupo ha tratado de poner distancia entre propiedad y dirección y de cara a la próxima junta de accionistas prepara una nueva medida: será la Junta la que tendrá que aprobar los movimientos con partes vinculadas a partir de cierto umbral de precio.
Así consta en la documentación hecha pública previa a la junta de accionistas de la cotizada, prevista para el 5 de junio. En el evento, los propietarios votarán añadir un nuevo punto al reglamento que compete a la sesión: "la aprobación de las operaciones vinculadas cuyo importe o valor sea igual o superior al establecido por la Ley en cada momento".
De este modo, a partir de ahora serán los accionistas los que serán consultados y deberán aprobar las operaciones de cierto calado. Y aunque también se dan pagos a firmas como Marca Grifols -controlada por la familia-, la mayor parte de las relaciones puestas en el foco son con Scranton Enterprises, que ostenta el 8,4% de la cotizada.
La compañía que dirige Nacho Abia trata así de poner a la luz a las relaciones denunciadas por Gotham con un nuevo filtro: los accionistas. La casa de análisis puso el foco en la consolidación de las sociedades Haema AG y BPC Plasma a pesar de no ser propiedad de Grifols -sí las gestiona y tiene una opción de compra- o los acuerdos de cash-pooling (gestión conjunta de tesorería) con su accionista por estas filiales.
Y es que desde la llegada de Abia a la figura de primer ejecutivo, la firma de hemoderivados tiene en marcha un proceso de separación de la gestión y la propiedad "hacia una mejor gobernanza corporativa". En esta línea se ha escogido a Anne-Catherine Berner como presidenta y ya ningún Grífols -Gotham calificó al expresidente, Thomas Glanzmann como "un Grífols sin apellido- ocupa los puestos de máxima responsabilidad.
Grifols revisa los salarios
La farmacéutica aprovechará la junta del próximo mes de junio para revisar la remuneración de su consejo de administración. La organización subirá el pago a sus consejeros desde los 100.000 euros hasta los 125.000 euros, con un plus de 25.000 euros por ser miembro de una de sus comisiones y otros 25.000 euros en caso de ser presidente de ella. Grifols justifica la subida por el aumento de la carga de trabajo.
No hay cambios en la remuneración para Nacho Abia, que mantiene un salario de 2 millones de euros en efectivo y 1,8 millones en acciones. Con contrato de tres años e incorporado el pasado años, el único cambio es que en los variables desaparece el incentivo de rebajar la deuda de manera específica -suponía antes hasta un 25% de sus variables- aunque sube el peso de las motivaciones económicas -del 40% excluyendo deuda al 60%- y se añaden las ventas como argumento.
Con el cambio en la presidencia también bajará la factura salarial. Al no ser ejecutiva, Anne-Catherine Berner percibirá 550.000 euros frente a los 1,2 millones que ganaba Glanzmann.