
Ercros sufre para defenderse en plena guerra de opas por la debilidad de su negocio. La compañía química catalana entró en pérdidas en el pasado ejercicio 2024 cedió más de un 30% de ebitda a la vez que se veía obligada a elevar su deuda para continuar con las inversiones necesarias en su plan estratégico. La combinación de ambos factores implicó que la empresa incumpliese los covenants al pasivo incorporados tanto por las entidades de crédito como por instituciones públicas a la hora de financiar a la organización cotizada.
Según admite la firma que lidera Antoni Zabalza en su informe anual, presentado a finales de marzo, la banca, el Instituto de Crédito Oficial y el Banco Europeo de Inversiones le han dispensado por varios meses de cumplir con los ratios entre deuda y ebitda máximos fijados en las líneas de financiación firmadas con la compañía. Ercros eso sí tiene el compromiso de volver a las ratios contempladas en los programas de deuda durante este mismo año 2025, pero por motivos de prudencia ha convertido la deuda clasificada como no corriente a corriente -a pagar en menos de un año- por si se le ejecutasen los paquetes de deuda.
Y es que en el contrato firmado tanto con las entidades de crédito en el préstamo sindicado como con las instituciones públicas, Ercros debía mantener una ratio deuda/ebitda inferior a las 3,5 veces. Al cierre de 2024, la ratio era de 4,67 veces según el método de cálculo de la financiación sindicada con la banca, de 4,8 veces según las métricas fijadas con el ICO y de hasta 7,09 veces en el contrato con el BEI. También incumplió la ratio entre gastos financieros y ebitda que se le exigía en la financiación con el BEI y el ICO, que debía ser superior a las cinco veces y quedó por debajo de tres veces según ambos métodos de cálculo.
La empresa también tiene limitadas sus inversiones a 25 millones de euros, según su pacto con el BEI. Por ello, gastó 24,94 millones en Capex. La firma tiene en marcha una revisión del plan estratégico (denominado plan 3D) del periodo 2021-2029. "No hay tantos cambios en el contenido, que se mantiene, como sí en el calendario: consideramos un cierto alargamiento", defendió Zabalza en la última presentación de resultados. "Vamos a hacer esta reconsideración, que en estos momentos es más acuciante al estar en el suelo del ciclo", cerró el ejecutivo en su intervención.
Pero además de la debilidad de su negocio -motivada por la caída del sector químico, principalmente-, Ercros incrementó su deuda durante el pasado año. El pasivo financiero neto escaló desde los 90,07 millones de euros hasta los 133,58 millones. Parte de la subida se debió además a la retribución a los accionistas con un dividendo que elevó la deuda en 9,1 millones.
La organización tiene así escasos motivos para defenderse con su negocio de las ofertas presentadas por Bondalti y Esseco para quedarse con su capital. Tampoco para que incrementen su oferta, algo por lo que claman los accionistas minoritarios. Es más, la química ha empeorado sus cifras durante todo este procedimiento.
Y a diferencia de la pasada campaña, Ercros admite que en este ejercicio no se dan las condiciones para repartir dividendos -el grupo entró en pérdidas-. Ya el año pasado, la firma encogió su resultado neto en casi un 60%. A pesar de ello, mantuvo la remuneración al accionista, una de las exigencias del amplio grupo de minoritarios.
Ercros en números
En 2024, la empresa registró unas pérdidas de 11,7 millones de euros frente al beneficio de 27,6 millones de 2023 -influido positivamente por una sentencia favorable del Tribunal Constitucional sobre el Real Decreto-ley 3/2016-. Además del resultado neto cayeron las ventas, que bajaron un 7,6% hasta los 700,4 millones por los 757,6 millones del periodo comparable. También se encogió el ebitda un 33% hasta los 29,4 millones de euros frente a los 44,3 millones de 2023. Pese a ello, defendió una posición de liquidez superior a los 110 millones.
Zabalza justificó el descenso por la crisis que la industria de los derivados del cloro arrastra desde mediados de 2022. Según sus previsiones, el suelo se tocará a mediados de 2025 para comenzar a rebotar a partir de entonces. "Ojalá sea así", repitió en varias ocasiones.
El grupo se vio también afectado por la subida salarial del convenio del sector, que fijaba un incremento ligado al IPC del periodo 2021-2023 para final del trienio. Por ello, estos gastos ligados a la fuerte inflación de los últimos años se computaron en el ejercicio 2024.