Profesor de Economía en la Universidad de California-Berkeley y Cambridge.
Barry Eichengreen

Tras las acciones polémicas del Fondo Monetario Internacional durante la crisis financiera asiática de 1998, cuando condicionó la asistencia de liquidez a los países afectados a que sus gobiernos se apretasen el cinturón, el FMI estableció la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) para asumir valoraciones a distancia de sus políticas y programas. Esa oficina acaba de publicar una crítica exhaustiva sobre el papel del Fondo en la crisis europea post-2008.

Barry Eichengreen

No tengo una opinión concreta sobre si Gran Bretaña debería abandonar la Unión Europea (el Brexit). Es verdad que viví en el Reino Unido hasta hace poco menos de un año. Aquí, en California, tenemos nuestro propio debate a lo Brexit con un movimiento que propone la secesión de Estados Unidos en los comicios de noviembre. Si la independencia de California parece cómica, el referendo del Brexit el 23 de junio no es ninguna broma. Es obvio que mermaría la competitividad exportadora británica. Evidentemente, los lazos con la UE no se romperían al instante y el Gobierno del Reino Unido dispondría de algunos años para negociar un acuerdo comercial con el Mercado Único Europeo, que representa casi la mitad de las exportaciones británicas. Las autoridades podrían llegar a un acuerdo bilateral como el suizo, que garantiza el acceso al mercado único de sectores e industrias concretas. O seguir el ejemplo noruego y acceder al mercado único mediante la membresía de la Asociación Europea de Libre Comercio.

Análisis

Desde hace meses, la política del tipo de cambio en China ha enfurecido a los mercados financieros internacionales o, más en concreto, la confusión que Pekín ha creado al respecto. Los altos funcionarios chinos no han conseguido comunicar sus intenciones sino que han alimentado la convicción de que no saben lo que están haciendo.

Barry Eichengreen

Desde hace meses, la política del tipo de cambio en China ha enfurecido a los mercados financieros internacionales o, más en concreto, la confusión que Pekín ha creado al respecto. Los altos funcionarios chinos no han conseguido comunicar sus intenciones sino que han alimentado la convicción de que no saben lo que están haciendo.

Análisis

La campaña presidencial en Estados Unidos (EU) ha dado un giro absurdo en cuanto los candidatos se han puesto a presentar sus propuestas de reforma de política monetaria. No es la primera vez, en efecto, que un candidato presidencial sugiere cambios a la gestión de la política monetaria en el país, pero la naturaleza radical e incluso descabellada de la última tanda de planes es excepcional en términos históricos.

Opinión | Barry Eichengreen

La campaña presidencial en Estados Unidos ha dado un giro absurdo en cuanto los candidatos se han puesto a presentar sus propuestas de reforma de política monetaria. No es la primera vez, en efecto, que un candidato presidencial sugiere cambios a la gestión de la política monetaria en el país, pero la naturaleza radical e incluso descabellada de la última tanda de planes es excepcional en términos históricos.