¿Podría moverse un edificio de oficinas cientos de metros con todos sus empleados en el interior y sin que se interrumpa su actividad? Esa curiosa imagen puede explicar gráficamente el proyecto de migración tecnológica que WiZink ha culminado con la ayuda de Oracle. A grandes rasgos, los cimientos tecnológicos que soportan la mayor parte de la operativa del banco han pasado de un entorno propietario a otro público, en una audacia tecnológica que promete inspirar a otras compañías igualmente comprometidas con la digitalización.