
Las patronales de telecomunicaciones GSMA y la ETNO han pedido a los reguladores y responsables políticos europeos que tomen medidas audaces para garantizar el liderazgo de la UE en conectividad durante la próxima década, en referencia a la consulta de la Comisión Europea sobre "el futuro del sector de las comunicaciones electrónicas y de sus infraestructuras".
A través de una respuesta conjunta, las asociaciones afirman que Europa se encuentra en un punto de inflexión, en el que urge un cambio político que cree las condiciones adecuadas para el futuro liderazgo europeo en conectividad y evite que el continente se quede aún más rezagado respecto a sus competidores mundiales.
Según explican los representantes de los operadores, "Europa sufre un déficit de inversión en redes de, al menos, 174.000 millones de euros, con la dificultad añadida de un entorno de mercados de telecomunicaciones muy fragmentados". Lo anterior se agrava con una relación muy desequilibrada entre los operadores de telecomunicaciones y los grandes generadores de tráfico, donde unos pocos jugadores consumen mucho tráfico, dejando a los ciudadanos y empresas europeos en una situación de desventaja global. De hecho, estos grandes generadores de tráfico son los que más se benefician de la inversión en telecomunicaciones, al tiempo que generan una elevada carga de costes a través de su tráfico y ejercen un poder desproporcionado en los mercados.
Entre otros argumentos, la GSMA propone "la creación de un verdadero mercado único europeo de las telecomunicaciones mediante la simplificación de la regulación, incluidas las normas de telecomunicaciones, la política del espectro, la protección de los consumidores, la fiscalidad y los marcos de seguridad armonizados". También aboga por aumentar la escala mediante la consolidación dentro del mercado, como paso previo para un mercado europeo de las telecomunicaciones sano. La GSMA igualmente propone introducir un "mecanismo de contribución equitativo que permita negociaciones equilibradas entre las empresas de telecomunicaciones y los grandes generadores de tráfico".
Lise Fuhr, directora General de ETNO, ha señalado que "un sector de las telecomunicaciones fuerte es de interés estratégico para Europa, ya que unas redes seguras e innovadoras son la columna vertebral de nuestra sociedad. Para ello es necesario un mayor equilibrio entre los poderosos gigantes tecnológicos y las empresas de telecomunicaciones europeas, pero también mejorar la escala del mercado. Es necesario un cambio de política para que podamos alcanzar los objetivos de la Década Digital de la UE y acelerar la transición ecológica".
John Giusti: "Las grandes empresas internacionales que más se benefician del acceso a los consumidores europeos deben pagar su justa contribución a la inversión en redes de la que dependen"
John Giusti, Director de Reglamentación de la GSMA, considera que "ha llegado el momento de que los responsables políticos europeos actúen con valentía para garantizar una economía digital líder en el mundo para los ciudadanos de todo el continente. Simplificando la regulación, apoyando las economías de escala a través de la consolidación y garantizando que las grandes empresas internacionales que más se benefician del acceso a los consumidores europeos paguen su justa contribución a la inversión en redes de la que dependen, Europa puede garantizar las necesidades de conectividad de sus ciudadanos y empresas de hoy y de mañana, permitiendo un futuro digital sólido y ecológico para todos". Para que Europa recupere el liderazgo digital, debe empezar a mirar hacia delante y dejar de aferrarse a los fracasados modelos reguladores del pasado".
Respuesta de DigitalES
Por su parte, la Asociación Española para la Digitalización, DigitalES, emitió el pasado jueves su respuesta a la misma consulta pública para proponer un modelo de "contribución justa" por parte de las grandes plataformas digitales a las inversiones en despliegue de nuevas redes. Según explica a través de un comunicado, estas compañías "necesitaron inversiones masivas de los operadores móviles para garantizar que las personas pudieran acceder a los servicios digitales. Ahora, con la explosión de los requisitos de infraestructura, la brecha de inversión significa que Europa se enfrenta a una decisión crítica para asegurar su presente y construir su futuro". La misma patronal española incide en que sin un modelo de Fair share (trato justo), Europa se quedará rezagada. "De seguir así, es imposible que se alcancen los objetivos de despliegue previstos en la Década Digital 2030. Si continúan disminuyendo los incentivos para invertir en las redes, la UE corre el grave riesgo de quedar tecnológicamente rezagada frente al resto de economías", indica.
La patronal española también apunta que la aportación de las puntocom en las redes no supone una amenaza para la neutralidad de la red. "El pago de las grandes plataformas por el servicio de gestión de su tráfico online no afectaría de ningún modo al libre acceso de contenidos y servicios en Internet, tal y como ha confirmado la Comisión Europea. Se trata de un debate estrictamente limitado a la relación comercial entre dos partes, y que tiene lugar precisamente porque las OTTs nunca han dejado de percibir ese servicio, a pesar del incremento que acarrea en los costes de red".
Asimismo, la misma asociación descarta que dicho pago pueda considerarse un impuesto o tasa. En su lugar, "deberían existir negociaciones comerciales privadas entre los ISPs y las grandes plataformas. Es un modelo que se ha demostrado eficaz y operativo, por ejemplo, con los operadores móviles virtuales (OMV)".