Aunque hace años que Vilafamés figura en las localidades que forman parte de la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España, esta joya medieval del interior de Castellón sigue siendo desconocida para la gran mayoría. Sin embargo, este municipio que no llega a 2.000 habitantes y menos de 150 empresas censadas se ha convertido en centro neurálgicos de la inversión extranjera en la Comunidad Valenciana al protagonizar dos de las mayores operaciones corporativas de los últimos meses.