Opinión | Amador G. Ayora
30/01/2016, 10:00
Sat, 30 Jan 2016 10:00:07 +0100
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En España la Justicia es lenta, pero afortunadamente acaba poniendo las cosas en su sitio. El Supremo tumbó esta semana la salida a bolsa de Bankia por contener una valoración engañosa de sus activos. Todo formaba parte de una operación política orquestada por la exvicepresidenta, Elena Salgado, para intentar tranquilizar a los mercados sobre la solvencia de la economía española. Como estamos en un país con instituciones independientes, naturalmente tanto el Banco de España bajo la égida de Miguel Ángel Fernández Ordóñez como la Comisión Nacional del Mercado de Valores, entonces presidida por Julio de Segura, no pusieron objeción alguna. Salgado contaba, además, con el beneplácito del entonces presidente de la entidad financiera, Rodrigo Rato, quien había pasado de la élite política a la bancaria gracias al apoyo de los socialistas, además de los populares.