El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ya intentó en los albores de la pandemia del coronavirus emular al dictador venezolano Nicolás Maduro. En un tuit y desde su asiento en el Consejo de ministros invocó el cumplimiento del artículo 128 de la Constitución, que señala que "toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general" para intentar controlar empresas estratégicas.