La banca y los fondos lograron en 2023 limpiar sus balances de préstamos fallidos (NPL) en 16.000 millones de euros, según las estimaciones que maneja PrimeYield. Esta cifra supone un crecimiento en el volumen de NPL desinvertidos del 45,4% respecto a las cifras del cierre de 2022, cuando se transaccionaron carteras por 11.000 millones de euros.