Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

Tras más de 26 horas de negociaciones y un récord histórico de enmiendas, el Senado de EEUU ha logrado aprobar la reforma fiscal de Donald Trump con el voto de desempate del vicepresidente, JD Vance. La gigantesca rebaja de impuestos de más de 4 billones de dólares salva así su penúltimo obstáculo a duras penas y con múltiples cambios, con el objetivo de cumplir el deseo del presidente de poder firmar la ley el 4 de julio, día de la Independencia de EEUU.

En la reunión de banqueros centrales en el Foro de Sintra, Jerome Powell, presidente de la Fed, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de bajar tipos en la reunión de julio. "No voy a poner ninguna reunión sobre la mesa o a descartar ninguna fecha", ha asegurado. Y ha dejado claro que "una mayoría clara considera necesario empezar a bajar tipos durante las próximas cuatro reuniones". El momento en que se decidan a dar el paso dependerá de "los datos, los efectos de los aranceles y la situación del mercado laboral", asegura.

El Senado de EEUU ha empezado a debatir la reforma fiscal de Donald Trump, la "gran y bella ley", en una sesión que se prevé maratoniana y que puede terminar bien entrada la noche o en la mañana del martes. Este es el penúltimo gran obstáculo del texto, y el presidente ha ordenado a sus legisladores que aprueben la ley antes del viernes. Pero el texto sigue fluctuando cada hora, con negociaciones permanentes para intentar sacarlo adelante con los márgenes minúsculos con los que cuentan los republicanos. Y los mercados están pendientes de cada uno de los cambios, que pueden tener efectos de cientos de millones de dólares sobre la economía.

La guerra comercial ha vuelto. Donald Trump ha anunciado que detendrá "con efecto inmediato" las negociaciones con Canadá ante la decisión del país vecino de aprobar un impuesto a las tecnológicas. "En los próximos siete días les informaremos de los aranceles que tendrán que pagar para hacer negocios con nuestro país", ha dicho en un tuit. Un mensaje que ha asustado a las bolsas, aunque no ha logrado evitar que el S&P 500 logre batir sus máximos históricos, en una jornada que pintaba con grandes subidas hasta ese fatídico momento.

La "Gran y Bella Ley" de reforma fiscal, el proyecto estrella de Donald Trump, sigue chocándose contra todos los obstáculos posibles. El objetivo del magnate es tener la ley aprobada por las dos cámaras para el 4 de julio, aniversario de la independencia de EEUU. Pero a falta de una semana, los letrados del Senado han tumbado una gran parte del proyecto, que dejaría un agujero adicional de 250.000 millones de dólares en sus ya delicadas cuentas. Un golpe de última hora que puede hacer descarrilar al plan, o al menos retrasarlo hasta bien entrado el verano.

El plazo que se impuso a sí mismo Donald Trump para cerrar los acuerdos sobre los aranceles se acerca: a partir de hoy, quedan exactamente dos semanas para que se deje de aplicar el arancel base del 10% para todos los países, y para que la administración estadounidense imponga, si no se cierran los acuerdos, los aranceles que presentó Trump el Día de la Liberación. Entonces se resolverá la "incertidumbre" que ha impedido a la Reserva Federal bajar tipos, algo que ayer reconoció Jerome Powell, su presidente, al admitir que ha sido uno de los motivos que los ha llevado a pausar el recorte de tipos de interés en los últimos meses. Y de fondo, el mercado espera a lo que ocurra el 9 de julio como el siguiente gran bache que habrá que sortear.

Donald Trump ha dejado clara su furia con España por no querer cumplir el objetivo de inversión del 5% del PIB en Defensa, amenazando con "hacer pagar" a España con un arancel doble en el acuerdo comercial que está negociando con la UE, y ha asegurado que se sentará él mismo a negociar con Pedro Sánchez. Pero aquí el presidente español tiene una carta bajo la manga: los tratados de la UE prohíben que los países miembros negocien acuerdos comerciales individuales. Sánchez puede escudarse en Bruselas para evitar el castigo, trasladando la tensión política a la Comisión Europea.

Sorpresa en la reunión de la OTAN. Después de que Sánchez haya dicho que España solo gastará el 2,1% del PIB a pesar de que se exige el 5%, Trump ha respondido con una clara amenaza. Según el republicano, el país ibérico pagará a través de mayores aranceles lo que está dejando de pagar en su gasto militar. "Es terrible lo que ha hecho España. El único país que quiere quedarse en el 2%. Es terrible. Estamos negociando un acuerdo comercial con España y les haremos pagar el doble. Lo digo en serio. Quieren un trato gratis, pero tendrán que pagárnoslo con el comercio."

La calma en Oriente Medio, la caída del precio del petróleo y las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante la Cámara de Representantes de EEUU han provocado una 'tormenta perfecta' contra el dólar. Powell no ha cerrado la puerta a una bajada de tipos en julio, y ha dejado claro que su posición favorita es "esperar y ver", pero que hay "varios escenarios" en los que apoyaría un recorte de tipos en la próxima reunión. Los comentarios han golpeado al billete verde, que cae frente a sus rivales: el euro ha vuelto a máximos de 2021.

El conflicto en Oriente Medio sigue escalando. Irán ha lanzado un ataque con misiles a las bases militares de Estados Unidos en Qatar e Irak. En Doha, capital de Qatar, se han visto y escuchado explosiones de misiles dirigidos contra la base aérea estadounidense de Al Udeid. Irán también ha realizado un ataque contra la base americana de Ain al-Asad en Irak. Pese a la respuesta de Teherán y a que dos países más acaban arrastrados al conflicto, el mercado reacciona de forma inesperada.