Comienza a ser tradición en España: antes de afrontar una salida a bolsa, el accionista de la compañía a debutar dispara su último dividendo previo a cotizar. Lo hicieron los Puig con la perfumista, lo hicieron los Gallés con Europastry y lo ha hecho Blackstone con Cirsa. El fondo estadounidense se repartió 230 millones de euros con cargo a prima de emisión, un payout del 161% de su beneficio neto ajustado, una ratio muy por encima de la prometida a los futuros inversores.